Isabel Fernández ya está en Dubái. Los meses de entrenamientos y preparación se han esfumado y ahora solo queda salir al tatami y ejecutar el kata que lleve a la toledana a su segundo oro mundial. Es su objetivo, y por eso, se ha llevado en la maleta un ejercicio «muy técnico y con bastante dificultad» que espera que guste mucho.

La gran duda de la parakarateca es su nivel. «Apenas ha habido competiciones desde el Europeo y no me he probado, así que no sé si estoy bien o mal», reconoce. En el Campeonato de Europa le salió a pedir de boca, con otro oro, pero no está del todo convencida respecto al kata que ha ensayado para competir en la capital emiratí.

Como cuenta ella misma, es «muy espectacular, con varios caballitos a una mano, giros y saltos». Es de bastante dificultad y requiere tener un buen manejo de la silla. Pero Isabel Fernández es la actual campeona del Mundo, y eso le pesará para bien y para mal a la hora de salir a competir. Por ilusión desde luego que no va a ser.

En total, en la modalidad de Kata en Silla de Ruedas se han inscrito diez karatecas de seis países diferentes. Habrá ausencias importantes por problemas económicos, pero la capitalina volverá a cruzarse con varias de sus contrincantes del Europeo. Se medirá a la ucraniana Knarik Airapetian; la francesa Virgine Ballario; la chilena Paula Ulloa; las egipcias Yomna Elsayed, Fatma Mahmoud y Amal Soliman; y las rusas Elena Sorokina, Elena Umorina y Viktoriia Vedeneeva, que competirán con la bandera de la Federación Rusa de Kárate.

Isabel Fernández reconoce que siempre que entra al tatami es «a ganar», pero que hay «muchos factores que no se pueden controlar». Y es que, aunque es evidente que ahora mismo es la dominadora de la especialidad, la integrante del CD Kidokan reconoce que «igual hay alguna chica que lo hace mejor y que, igual que llegué yo, aparece ahora».

Desde su punto de vista, aunque hay un crecimiento importante del parakárate en otros países, España va por delante en apoyos. «Aquí sí que se está apostando poco a poco, sobre todo con los niños; les tienes que motivar porque es un deporte muy técnico y de mayor te cuesta mucho más», explica la campeona mundial y de Europa.