«Ningún agente pondría su coche para uso de la Policía Local»

Jaime Galán
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El Sindicato de Policías Locales usa esta comparativa para explicar que durante años se ha usado el perro de un agente para labores policiales. Especifica que no era una unidad canina como tal y solicita al Ayuntamiento que se cree una profesional

Narco es el perro de detección de drogas de la Policía Local de Toledo. - Foto: David Pérez

No es necesario tener el olfato tan desarrollado como un perro policía para saber que el Ayuntamiento de Toledo y la Policía Local no han hablado lo suficiente sobre la futura unidad canina del cuerpo. Hace ya casi una semana que se planteó en el Pleno Municipal por una moción de Ciudadanos, en la que se plasmaba que la Policía Local demandaba esta unidad. La respuesta por parte del concejal de Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, fue «contradictoria», tal y como entendió la oposición y el propio Sindicato de Policías Locales. Así lo piensan porque en un primer momento el edil aseguró que la unidad canina ya estaba creada y operativa en la ciudad desde el año 2016 y, posteriormente, Del Pino se comprometió a crearla. Los representantes sindicales de los agentes lo tienen claro. Lo que hasta ahora operaba en la plantilla no es ni mucho menos una unidad canina, sino «la buena voluntad de unos compañeros que pagándose ellos mismos la formación de guías caninos, aportaron también sus propios perros para ciertas labores policiales».

Antonio González es el delegado provincial del SPL en Toledo, y desde su punto de vista relata la indignación que tiene el cuerpo con las palabras del concejal en la última sesión plenaria. De hecho, desde este colectivo insinúan que el Consistorio se ha aprovechado de laformación de estos agentes para presumir de una unidad que no existe. Y es que González detalla que en la plantilla de la Policía Local de la ciudad existían dos perros porque los adiestraron por cuenta propia tres agentes que tienen el título «especializado, riguroso y militar» de guías caninos, pero uno de los perros ya abandonó la plantilla porque «uno de los compañeros decidió llevárselo a la unidad canina de Madrid cansado de la actitud municipal en esta situación». El otro perro es Narco, propiedad de una pareja de agentes, y está a dos años de cumplir la edad de jubilación. Por ello, desde el SPL consideran urgente que se cree de verdad esa unidad canina porque «la formación de un perro policía se prolonga en el tiempo y a este paso no va a haber relevo generacional» insisten. Añadiendo, además, que ahora los agentes autorizados compaginan sus actividades habituales en el día a día con las de Narco, ya sea un operativo o su formación.

La cuestión es que el sindicato no solo pide que se cree la unidad, sino que esta sea profesional y especializada con agentes dedicados única y expresamente a ella, como por ejemplo en Atestados o en la Patrulla Verde. Por ello, Antonio González, como portavoz de la plantilla, exige que el primer paso  a dar por el Ayuntamiento sea facilitar un perro de su propiedad, que «aunque tenga un guía que se ocupe de él, los gastos corran a cargo de las arcas municipales». Y González ironiza: «nadie  entendería que un agente pusiera su coche para patrullar o para uso diario de la Policía Local, que es lo que ha ocurrido hasta ahora con los perros del cuerpo».

El sindicato recalca la utilidad de una unidad canina específica, porque ya solo con los medios actuales lo describen como una herramienta fundamental de trabajo, «y los resultados están avalados con las actas levantadas en sus actuaciones». Destacan también el uso que podrían hacer de ellos en los centros educativos para prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes. Antonio González desvela que en alguna ocasión han propuesto tener un Perro de presa o Rottweiler para determinadas actuaciones policiales como inmersiones en fiestas o macrobotellones, dado que «el público en muchas ocasiones respeta más a este tipo de perros que al agente, y en caso de comas etílicos o agresiones ayudan mucho para abrir paso entre las multitudes».

La opinión del Sindicato de Policías Locales hacia la necesidad de una unidad canina en la ciudad es más que clara. La pelota ahora está en el tejado del Ayuntamiento y en su versión, contradictoria o no, al respecto.