Clamor contra los recortes en el riego en el Alto Guadiana

Manuela Lillo
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La Junta de Gobierno de la Confederación del Guadiana dio ayer luz verde ayer al recorte. En el caso de las masas de agua subterráneas Consuegra-Villacañas, Lillo-Quintanar supone un 4,5% menos para los cultivos herbáceos y del 6,67% para los leñosos

La concentración tuvo lugar ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadiana en Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Con silbatos, pancartas y aguantando un intenso frío, agricultores convocados por Asaja y respaldados también por UPA, Coag y las comunidades de usuarios de agua se concentraron ayer frente a la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) en Ciudad Real para expresar su rechazo a cualquier recorte planteado para el regadío en el Alto Guadiana. De hecho, la concentración se produjo mientras que en el interior de la sede del organismo de la cuenca se estaba adoptando la decisión definitiva en relación al estado de las masas de agua subterráneas y el establecimiento del régimen de extracciones para la próxima campaña de riego en 2020.  

Durante la protesta, el secretario general de Asaja Ciudad Real, Florencio Rodríguez, calificó de «gran equivocación» la reducción de la dotación para riego, «entendiendo que no hay razones que justifiquen esa bajada de agua». De este modo, aseguró que Asaja está dispuesta a dar la batalla. «Nuestros pueblos necesitan ese agua y esta región tiene que alzar la voz donde haga falta, en Madrid o donde haga falta», dijo Rodríguez. En este sentido también se pronunció el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, quien se sumó al final de la protesta e hizo un llamamiento a la movilización y la defensa del sector.

Subrayaron que los agricultores del Alto Guadiana tienen las dotaciones más bajas de toda España y que éstas ya son del 50 por ciento más bajas en relación a sus derechos adquiridos, por lo que mostraron su oposición a nuevos recortes y pidieron el mantenimiento del volumen de las extracciones, de 1.500 metros cúbicos por hectárea para los leñosos y de 2.000 para los herbáceos. En concreto, la CHG planteaba un 10 por ciento de reducción y la Junta un 5 por ciento, propuesta ésta última que fue la que finalmente salió adelante en la Junta de Gobierno del organismo de la cuenca.

Durante la concentración, respaldada por más de 1.000 agricultores, según Asaja, unos 2.000, según UPA, y alrededor de 600, según la Subdelegación de Gobierno, se recordó que los regantes de la tierra ya tienen restringidas las dotaciones de riego mientras que son «generosos» con otras tierras, como Extremadura o Andalucía, al mismo tiempo que reivindicaron la construcción de infraestructuras hidráulicas en la región. A la concentración asistieron agricultores de distintos puntos de la provincia de Ciudad Real y de la región.  

Por su parte, el secretario regional de UPA, Julián Morcillo, abogó porque haya «un punto de inflexión» y «que no volvamos a insistir en errores de planificación que son los que nos llevan a estos recortes injustificados». A la concentración asistió el diputado nacional de Vox Ricardo Chamorro y el secretario del PP provincial, Miguel Ángel Valverde.

La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) dio luz verde ayer al recorte de entre el 4,5 y el 6,67% planteado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para las masas de agua declaradas en riesgo en el Alto Guadiana, concretamente para seis de ellas: Mancha Occidental I y II, Rus-Valdelobos, Sierra de Altamira, Lillo-Quintanar y Consuegra Villacañas. La decisión supone ‘meter la tijera’ en los volúmenes de extracciones que se destinan para el riego pero en menor medida de lo que planteaba la CHG, que proponía un recorte del 10%, mientras que las organizaciones agrarias y las comunidades de usuarios de agua abogaban por ‘recortes cero’. De hecho, los agricultores se mostraban ayer en contra de ese recorte del 5% «porque no está motivado», informaron a La Tribuna. En el caso de las masas de agua subterráneas Consuegra-Villacañas, Lillo-Quintanar y Sierra de Altamira las dotaciones serán de 2.100 metros cúbicos por hectárea para herbáceos y de 1.400 para leñosos, lo que supone en este caso una reducción del 4,5 y del 6,67%, respectivamente.