«Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza». Lo decía el filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau y su reflexión es un gran acierto. El medio natural se vive, se disfruta, te enseña y te cuida, pero también necesita que la entrega sea mutua y seamos prudentes, responsables y extremos las precauciones para prevenir incidentes e incendios forestales en verano.
Las altas temperaturas, el viento y otra serie de condiciones meteorológicas, como las tormentas eléctricas pueden favorecer la propagación de incendios en esta época del año, pero no son los únicos factores desencadenantes, ya que un descuido con una barbacoa, dejar basura en un entorno natural o tirar una colilla sin ir más lejos pueden provocar un importante accidente y desastrosas consecuencias para bosques, montes y otros espacio verdes.
En la última semana ya se han registrado condiciones meteorológicas bastante adversas que han favorecido la propagación del fuego en distintas zonas de la región, lo que añade además dificultades también para una rápida extinción. Además, en estos momentos la vegetación se encuentra en niveles de humedad mínimos, otro factor a tener en cuenta que continuará durante todo el mes de julio y se acompañará de un aumento de las temperaturas, que superarán los 35 grados en Castilla-La Mancha, y un calor intenso por la noche con más de 20 grados.
A las altas temperaturas hay que sumar que la segunda quincena de julio marca el inicio de las vacaciones y de las reuniones con familiares, amigos y seres queridos. Unos encuentros en los que las comidas al aire libre, como las barbacoas, toman un gran protagonismo. En este aspecto, hay que recordar que, durante el periodo de riesgo alto y extremo de incendio forestal, en los meses de junio, julio y agosto y septiembre, está prohibida la realización de barbacoas en el medio natural. Es más, en zonas como las casas de campo o las naves situadas en terreno rústico, solo puede hacer fuego dentro de la vivienda y en estructuras cerradas, dotadas de chimeneas con matachispas, para evitar que las chispas afecten a la vegetación.
Además, debemos evitar arrojar basuras y realizar cualquier actividad pueda provocar un incendio forestal. Tampoco está permitido fumar en los espacios naturales, ya sean monte, bosque o campo.
Del mismo modo, también es recomendable realizar una revisión del vehículo antes de cada viaje, no sólo por la seguridad de los pasajeros y otros usuarios de la vía, también porque una chispa, una mala combustión o una pieza incandescente puede ser el origen de un incendio forestal.
OTROS CONSEJOS. Proteger los bosques está en nuestras manos. Por eso es muy importante llamar con rapidez al 112 e informar de la situación y añadir la localización si se detecta un incendio o una columna de humo.
En los días de tormenta de verano también pueden declararse incendios tanto por imprudencias y negligencia como por algún rayo, con lo que si se detecta humo tras este episodio meteorológico también se debe informar al 112 por si se tratase de una emergencia.
Las recomendaciones se extienden más allá del verano, puesto que hay que evitar las actividades de riesgo siempre y en cualquier época del año y denunciar actitudes imprudentes y negligencias porque colaborar «es esencial» para proteger el entorno natural y hay que ser conscientes de que «la naturaleza depende de todos nosotros».
