En la subasta del 22 de enero de 1863, se vendieron varios inmuebles en Toledo. Por ejemplo, Benabé Sánchez, Florencio Díaz y Niceto Galán se quedaron con tres viviendas procedente del clero en el callejón de Bodegones; Mariano Moreno y Eusebio del Conde, con otras cuatro en la cuesta del Alcázar; y Nicasio López con otras dos en la plazuela de San Justo. Son algunos datos sacados del Boletín de Ventas de Bienes Nacionales, propiedad el Archivo Municipal de Toledo y que acaba de publicar escaneado en la sección Hemeroteca de su web.

Se trata de una publicación poco conocida del siglo XIX, a pesar de su tirada de quinientos ejemplares. Tal es así, ha destacado el archivero municipal, Mariano García Ruipérez, que ni siquiera aparece recogida en las obras que Isidro Sánchez Sánchez ha dedicado a la prensa en la región, en las que menciona la edición de estos boletines en todas sus provincias salvo en la de Toledo. Ahora el Archivo acaba de incorporar a su Hemeroteca este Boletín de Ventas de Bienes Nacionales, que comenzó a publicarse el 9 de julio de 1862, como continuación del Suplemento al Boletín Oficial de la Provincia de Toledo. El último número conservado en la colección municipal es el 765 del año 1882. Servía para incluir «todos los anuncios de subastas de fincas que radiquen en la provincia y los de arriendos de las mismas». También se publicaban en él todas las disposiciones relativas a los bienes nacionales desamortizados. La responsabilidad de esta publicación periódica recaía en la Comisión provincial de ventas de bienes nacionales de la provincia de Toledo.

Todos sus números fueron impresos en la ciudad de Toledo, pero ninguno de ellos recoge el nombre de su director ni el de la institución encargada de su edición, sin duda la Comisión Provincial de Ventas de Bienes Nacionales. Ahora bien, la responsabilidad sobre su contenido recayó en la persona que ostentaba el cargo de comisionado principal de ventas de bienes nacionales en la provincia de Toledo, personas como José Wenzel Eleizegui, Saturnino María Veladiez o Diego García Aranda, entre otros.

En sus páginas se incluían «todos los anuncios de subastas de fincas que radiquen en la provincia y los de arriendos de las mismas. Asimismo habrá de insertar todas las disposiciones superiores que se dicten respecto al ramo de Bienes Nacionales, por lo que se refiera a ventas, no insertando en él otros anuncios que los relativos al objeto a que se halla destinado».

El 'editor' estaba obligado a remitir un ejemplar de cada número, sin coste alguno, a todos los ayuntamientos de la provincia de Toledo para dar publicidad a las ventas. También podía realizar suscripciones a los particulares interesados. El coste de estas quedaba prefijado en la primera página de cada Boletín impreso. Por ellas sabemos que los ejemplares de 1862 podían ser adquiridos por los suscriptores de la ciudad de Toledo, y entregados en mano en sus domicilios, por 16 reales al mes, por 90 al semestre y por 170 al año. Los de fuera de la capital los recibirían abonando 60 reales al trimestre, 110 por medio año y 200 si se suscribían por un año completo.

Colección incompleta. En estos momentos, la colección municipal está incompleta, y de hecho, parece que no existe ninguna colección completa de la publicación, a pesar de que tendría una tirada de quinientos ejemplares. Según recoge el propio Archivo Municipal, el Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas solo se menciona su conservación en la Biblioteca Nacional, pero con ejemplares de 1862 y de 1916-1919. En Toledo, además de la colección del Archivo Municipal hay constancia de la existencia de otra, mucho más reducida, en el Archivo de la Diputación Provincial, y una tercera posiblemente más completa, pero aún sin organizar ni describir, en el Archivo Histórico Provincial de Toledo.

La colección del Archivo Municipal de Toledo está formada por 1.194 volúmenes, aunque se presume que entre 1862 y 1882 se debieron imprimir de este Boletín más de 2.000. No conserva ninguno de los aparecidos en los años 1868-1870, 1876-1877 y 1879-1880.

La ordenación y digitalización de los ejemplares que forman la colección conservada en el Archivo Municipal de Toledo ha sido realizada por Rafael Martínez León, alumno del Master en Historia de la Monarquía Hispánica de la Universidad Complutense de Madrid.