Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Las tetas

07/10/2022

Las Tetas de Viana son una de las principales señas de identidad de la provincia de Guadalajara. Marca Alcarria, que dicen los modernos. Puedes recurrir al dicho más popular que incluye una conclusión evidente: 'Muchos las ven, pero pocos las maman'. O puedes acudir al retrato de Cela, cuya curiosa mirada las inmortalizó para siempre en la literatura universal: «Las Tetas de Viana tienen forma de cucurucho cortado antes de la punta y terminan, cada una, en una mesa de bordes rocosos y cortados a pico que deben ser difíciles de escalar». Don Camilo no conoció la solución para acceder a ellas. Una escalera que te permite subir a la cima en la que, por muchas veces que la corones, siempre te impresionará su gran tamaño.
Son dos montañas mellizas, dos cerros que se divisan desde confines situados a muchos kilómetros de distancia. Las puedes ver desde las postrimerías alcarreñas, bien entradas las sierras del Alto Tajo, o, en primer plano, en Viana de Mondéjar, pedanía de Trillo, que es donde se ubican. No se miran cara a cara con el pico Ocejón, por aquello de la evidente distancia, pero se ven y se disputan el título de cumbre más emblemática. Entre las denominaciones históricas que han servido para referirse a estas gemelas de la orografía están las de peñas Alcalatenas, Alkalathem o Alcalaten y también peñas de Braña. Por su especial ubicación, gozaron de una gran importancia defensiva, especialmente en la Edad Media. Hay estudios historiográficos que apuntan a que estuvieron habitadas en la Edad del Bronce y también en momentos posteriores como la época romana o durante la dominación árabe. En lo alto de una de ellas, se ven restos de muros y un aljibe.
La curiosidad que despierta la ocupación de cualquier territorio desde tiempos muy remotos da siempre pie a numerosas fantasías y leyendas. Tendrá parte de realidad y otra tanta inventada. Que cada uno se quede con lo que le interese. Si te gusta todo lo que está relacionado con la brujería, puedes agarrarte a esos aquelarres durante las noches de plenilunio. Brujos de la Alcarria le pegan con gran dedicación al aguardiente de Morillejo, que les eleva a un estado de máxima distorsión. A partir de un determinado grado de embriaguez, empiezan a recitar conjuros hasta que despunta el día. El toledano José Talavera, en su libro Guadalajara de Leyenda, cuenta una historia que juega con la fantasía y con dos hermanas llamadas Zulima y Zulema, hermosas hijas del señor de Cifuentes. Eran más malas que el veneno, con el corazón de roca. Y en roca se convirtieron después de dejar morir sin dar señas a un pretendiente que había salvado la vida a una de ellas. Las dos serían, según esta leyenda, el origen de las tetas más famosas de la región.
A las Tetas de Viana solo les falta ser dos montañas de récord Guinness. Esa cuestión pendiente no va a ser por mucho tiempo. Si la meteorología acompaña y el equipo que tiene que certificar el logro da su visto bueno, este segundo sábado de octubre será el día en el que se consumará un proyecto solidario que dará la vuelta al mundo. El color rosa es el símbolo de la resistencia contra el cáncer de mama, el que exige más investigación y, por tanto, más inversión. Y sobre las Tetas se va a desplegar un gran lazo rosa que terminará ocupando una superficie cercana a los 6.000 metros cuadrados. La naturaleza y la salud, el deporte y la necesidad de minimizar esta lacra, con una detección precoz y tratamientos aún más eficaces. Van a colaborar más de medio millar de voluntarios coordinados por la artista y diseñadora Laura Domínguez, que vuelve a embarcar a toda su tropa en uno de sus proyectos más locos. Este merece mucho la pena. Como todos los anteriores. Benditas locuras, Laura.