Castilla-La Mancha ha celebrado el Día de la Constitución con una jornada de antelación para no coincidir con el acto constitucional que se celebrará mañana en Madrid. Ha sido en las Cortes regionales, donde la 'Carta Magna' ha vuelto dos años después a celebrar su cumpleaños, porque en 2021 el acto se llevó a Alarcón para conmemorar en esta localidad conquense los 40 años de la aprobación inicial del Estatuto de Castilla-La Mancha.

El acto se abrió con música de Chopin a piano. Después intervino el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, que optó por avisar de las tres amenazas que ha detectado para una democracia que a la vez es joven, pero madura. Avisa de que hay una tendencia de llevar cuestiones nacionales e internacionales a plenos regionales o municipales que no tienen competencias en esas materias.

Explica que eso se hace porque en esas cuestiones "preside más el interés por hacer daño, menoscabar al adversario, que por ser útil a la sociedad". Apunta que "tenemos que intentar no abusar al punto de llevar a municipios de menos de 100 habitantes cuestiones que tienen que ver con política internacional, debates ajenos a las competencias que tienen los ayuntamientos". 

En este sentido, Bellido cree que tocaría considerar "todos la posibilidad de hacer un acuerdo para que cada uno se encargue de lo que se le ha atribuido". Explicó que precisamente "nuestra Constitución decidió que hubiese diferentes ámbitos, para acercar los servicios públicos para que la ciudadanía pudiese evaluar la gestión de los mismos de una manera crítica". Cree que "a veces perdemos la perspectiva y convertimos lo municipal y autonómico como satélite de las cuestiones nacionales". Concluye que eso es "devaluar el sentido constitucional y la utilidad democrática de cada estamento".

No es la única amenaza que ha detectado Bellido. Otra es la "falta de respeto". Comentó que se está viendo sobre todo en el Congreso de los Diputados con "espectáculos bochornosos". Apuntó que "estas faltas de respeto envenenan la convivencia y democracia, la convierten en odiocracia".

La tercera amenaza es la de las mentiras. "Todas tienen la misma raíz: el sectarismo", expuso, "la mentira debilita la democracia, corrompe el espíritu del derecho a una información veraz".