«Mirad cara a cara a Cristo en una cita individual»

Mario Gómez
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Ayer, Miércoles de Pasión, y con la Catedral como escenario, el periodista y director de cine fue el encargado de pregonar la Semana Santa de Toledo

Juan Manuel Cotelo es periodista y director de cine. - Foto: David Pérez

Haz lo que quieras, distribuye gracias como quieras, a quien quieras y cuando quieras». Así reveló Juan Manuel Cotelo que recibió la inspiración para realizar el pregón de Semana Santa en Toledo. El madrileño, persona de fe y convicciones católicas profundas, confesó que «Dios me gasta bromas», y que en ocasiones cuenta con un truco para «saber qué decir, cuando no se qué decir».

Cotelo recurre a la Biblia, la abre y es ahí donde le habla el Señor, dijo. Para esta ocasión, recurrió a la obra 'El Diario de Santa María Faustina Kowalska', y lo abrió por un pasaje en el que la monja tenía una visión en la que «mucha gente, como sacerdotes y religiosas esperaba a alguien que subiera al púlpito y hablase, y ese alguien era yo», explicaba Kowalska, que concluía el relato de su visión con las palabras con las que Cotelo comenzó el pregón.

También recordó que recibió la invitación mientras rezaba, y que justo pedía «no hablar este año, porque no me apetecía, porque no sabía que decir», y justo vio esta llamada que recibió por parte del presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Semana Santa, Juan Carlos Sánchez, como la oportunidad de hablar «sobre algo que no me gusta».

Cotelo explicó que es más «de Navidad que de Semana Santa», puesto que si vive la Semana Santa como se debe, «no podría soportarlo». En tono banal aseguró que le gustaría «celebrar una semana blanca en la nieve o la fiesta de la primavera», pero que la realidad de saber que «Cristo muere» es muy dura, porque «a nadie le gusta sufrir ni ver sufrir».

El periodista y director, aseguró que «cada persona es una Jerusalén, y deja entrar a Cristo si quiere, aunque a veces con nuestros actos acabamos crucificándolo». El pregonero repasó diferentes escenas bíblicas, en las que fue destacando algunas de las facetas de Cristo, así como identificando a los presentes con diferentes actores de la Pasión. Además recordó que, «durante la recepción de los sacramentos, Cristo está presente, y todo es una fiesta y hay alegría», y luego son los propios, bautizados, casados, confirmados u ordenados, los que «echan» a Cristo de su vida.

Del mismo modo reivindicó la actualidad del mensaje del Nuevo Testamento, ya que «no soy historiador y la historia me interesa de forma relativa; por lo que si estoy aquí es porque lo que Jesús nos dice, y conmemoramos, pasa y es de actualidad».

El misterio de la cruz, el sentido del sufrimiento, dentro de una sociedad que aboga por «cortar» todo aquello que nos complica el día a día, y su experiencia personal con personas que «estaban muertas y ahora viven porque han conocido a Cristo», fueron algunas de las semblanzas con las que Cotelo explicó y puso de relieve las enseñanzas sobre «un Cristo que vive, santifica, y nos posee por su amor».

«Durante esta Semana, mirad cara a cara a Cristo en una cita individual, para que seáis como San Pablo, que vio y creyó; porque era Cristo quien vive, quien llama, y quien si se le abre, pasa y actúa en nuestras vidas», concluyó.