Entusiasmo, ilusión y muchos gritos de alegría pocos segundos después de que María Claudia López Sorzano, presidenta del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, confirmara como aprobada la candidatura de las técnicas artesanales de la cerámica de Talavera y Puente y con ellas, de las hermanas de Puebla y Tlaxcala en México. No era para menos. Era allí, en el taller de Cerámica Artística San Ginés, el mismo sitio donde siete años antes comenzó a gestarse primero el objetivo de llegar ante la Unesco y después la Asociación Tierras de Cerámica, donde recibían la gran noticia.
Mónica García del Pino, ceramista y responsable de San Ginés, y Mariano Eugercios, pintor, además de la portavoz de Tierras de Cerámica, Pilar Campillejo, abrieron las puertas del taller a todos los que quisieron acompañarles en tan significativo día, (allí estuvo La Tribuna), y por televisión, junto a un detalle del mural cerámico que realizaron para Orán -el más grande del mundo-, siguieron ilusionados y muy nerviosos las conclusiones del debate.
Eran las 23,15 horas de la noche, algo antes de lo que se pensaba en un principio, cuando se hizo oficial que las técnicas artesanales de fabricación de la cerámica formaban parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Antes de eso, el tiempo pasó, lento, con un pequeño aperitivo acompañado por un continuo ir y venir de miembros de la asociación, amigos y amantes de la cerámica, hasta que llegó el turno de la candidatura española. Antes, fue reconocida la bachata, el alpinismo o los conocimientos técnicos tradicionales sobre la fabricación y práctica del dotàr iraní.
Nervios e ilusión en San Ginés,origen de Tierras de CerámicaDesde una pequeña sala del taller cerámico, se aplaudió aunque también se pidió calma al embajador de España en la Unesco, Juan Andrés Perelló, que hizo una encendida pero gran defensa de la candidatura ante las dudas «sin fundamento», dijo, de la representante austriaca. «No te cabrees Perelló, que nos va a votar en contra», se oía entre los presentes.
Justamente detrás de él, en la televisión, podía verse a las representantes de la delegación talaverana, con la alcaldesa Tita García Élez seria y concentrada en las palabras del embajador español. Magdalena Corrales, presidenta de Tierras de Cerámica, a su lado, observaba concentrada la intervención.
Los nervios se hicieron más evidentes durante las palabras de los representantes de Guatemala, Cuba o Kuwait, que aunque positivas, retrasaban la decisión final. Pero esta llegó, fue positiva, como no podía ser de otra manera, y se desató la locura. Besos, abrazos, felicitaciones y alguna que otra lágrima tras una trayectoria de años cargada de trabajo, de horas y horas. «Ay qué alegría, con lo que hemos trabajado», decían... En el mismo momento y a miles de kilómetros, los abrazos y felicitaciones se sucedían en el Centro de Convenciones de Bogotá, recogidas por la televisión tras un duro debate. El objetivo se había logrado y la ilusión, al igual que las técnicas artesanales, eran compartidas en ambas orillas del Atlántico.