El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, se ha reunido hoy en Toledo con el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, y con los subdelegados en las cinco provincias para analizar la situación de la seguridad ciudadana en la comunidad autónoma y de las plantillas de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la región.

El delegado del Gobierno y los subdelegados le trasladaron su agradecimiento por el trabajo de los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil en la pandemia y su labor para garantizar la seguridad en la región durante el periodo de restricciones obligadas por la crisis sanitaria.

El secretario de Estado constató la evolución positiva del índice de criminalidad en la comunidad autónoma, que se sitúa en 32,2 por cada mil habitantes, siete puntos por debajo de la media nacional y mínimo histórico si se exceptúa 2020, año cuyos datos estuvieron marcados por las restricciones de la pandemia. Destacó también la elevada tasa de provisión de plazas de Policía Nacional y Guardia Civil.

Ve que la lucha contra los okupas arroja buenos resultadosDesde 2018 la Jefatura Superior de Policía de Castilla-La Mancha ha aumentado su plantilla en 225 funcionarios, lo que supone un incremento superior al 16%. En la Guardia Civil, se han incorporado 378 agentes como primer destino. El secretario de Estado se comprometió a seguir incentivando la presencia de la Guardia Civil en áreas rurales de la región.

Rafael Pérez se refirió también a los buenos resultados obtenidos en la lucha contra las ocupaciones ilegales de viviendas, en colaboración con la Fiscalía General del Estado. La Delegación del Gobierno ha creado un grupo de trabajo, en el que están integrados mandos de la Policía Nacional y Guardia Civil, con el objetivo de planificar actuaciones de choque y seguir la evolución de este tipo de delitos en la comunidad autónoma.