El nuevo contrato de limpieza y recogida de residuos en la ciudad tiene que poner especial atención en el Casco Histórico, la zona de la ciudad más compleja a la hora de efectuar este servicio. También la que está en el punto de mira por el bolseo y las críticas y reticencias que ha supuesto este sistema de recogida en los últimos años.

En este sentido, la alcaldesa insistió ayer que  «se combinarán distintas alternativas de recogida atendiendo a circunstancias y a zonas», siempre bajo un estricto control técnico.

Dada la situación, se implantará la recogida «puerta a puerta» en la mayor parte del Casco, un sistema más avanzado que el tradicional bolseo, del que no se detalló más, salvo que se trata de la opción más rentable y en línea con la actual Ley de Residuos.

Además, se colocarán algunos contenedores «siempre que los técnicos lo permitan y no alteren el entorno urbano» y se complementará con un sistema de recogida selectiva  -cartón, envases y vidrio-, según se establezca en el calendario. Los envases  y el cartón se recogerán 3 días a la semana y el vidrio 1 día a la semana.

A todo esto hay que sumar cuatro islas ecológicas con un revestimiento especial para integrarlas con el paisaje, y dos locales, aún por determinar, que servirán de ecopuntos para depositar los residuos en otras horas distintas a las habituales. Una propuesta, según la alcaldesa, enfocada también para los apartamentos turísticos, ya que los clientes los abandonan durante el día.

La idea es acercar y fomentar el reciclaje en el Casco, con lo que los vecinos tendrán a su disposición bolsas homologadas con los correspondientes colores para estos usos. En este caso, la concesionaria también ha decidido poner en marcha una oficina de atención ciudadana en el Casco.

La recogida comercial tendrá horario de mañana y de tarde debido a la intensa actividad. La concesionaria también se ha comprometido a desplazar un punto móvil de recogida selectiva por el Casco, con un vehículo adaptado a las necesidades y complejidades de esta zona de la ciudad.

Por otra parte, otro de los objetivos del equipo de Gobierno municipal es «la reducción de la huella hidráulica». Y a pesar de que no se puede eliminar el baldeo porque no existe alternativa en determinadas calles del Casco, sí se reducirá su uso, se modernizará y se ajustará a las necesidades para conseguir ahorrar en el consumo «debido a la escasez de agua».

Respecto al servicio, Tolón aseguró que Toledo, sobre todo, por su Casco Histórico y la dispersión de barrios, parte como una ciudad con servicios más caros y aludió a la necesidad de disponer del Plan de Ordenación Municipal (POM) cuanto antes para compactar y racionalizar el crecimiento lo máximo posible.

Si bien, la alcaldesa también admitió que todas las Ciudades Patrimonio de la Humanidad presentan dificultades a la hora de diseñar y planificar este servicio municipal y subrayó que Toledo aún más por el hecho de tener el Casco antiguo «más grande y con más habitantes».