La Candelaria arranca un compromiso para el centro cívico

J. Monroy
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Tras meses de quejas de la Asociación de Vecinos La Candelaria, finalmente el Ayuntamiento va a revisar las instalaciones, cerradas tras las obras concluidas en noviembre

La Candelaria arranca un compromiso para el centro cívico - Foto: David Pérez

Han pasado ya siete meses desde que concluyeran las obras de reforma del centro cívico de Azucaica. Desde entonces, la Asociación de Vecinos La Candelaria lleva reclamando públicamente que no quedaron bien. Como ya denunciaron los vecinos en La Tribuna, tras una inversión de 97.544 euros, persisten los problemas de humedades, habitaciones llenas de basura, suelos sin terminar, paredes con la pintura caída, escalones rotos, paredes sin pintar, el cartel de fuera sin cambiar y el tejado lleno de plantas.

En definitiva, el edificio sigue inservible y está cerrado. Así lo terminó por denunciar la Asociación en las redes sociales el pasado lunes, lo que provocó gran número de adhesiones y, a la postre, una respuesta municipal. El presidente vecinal, Víctor Fernández Jara, confirma que al día siguiente recibió una llamada del Gabinete de Alcaldía, que se comprometió a que esta semana los técnicos iban a evaluar el inmueble y el próximo lunes habrá una reunión entre vecinos y responsables municipales, para evaluar la situación y buscar la mejor solución.

Sin respuesta hasta ahora. La Tribuna ya se hizo eco el pasado mes de abril de las quejas vecinales. Fernández denunciaba que la última inversión pública en el barrio fue el arreglo del centro cívico. Se trata de unas labores de reforma ejecutadas dentro de los 6,2 millones de 2021. Pero el problema explicó Fernández Jara, es que las obras acabaron hace seis meses, y las instalaciones continúan cerradas.

Fue en septiembre, recordaba el representante vecinal, cuando La Candelaria tuvo una reunión con el concejal responsable de Participación Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, donde le contó la situación del centro cívico. Al acabar las obras, apuntaron los vecinos, no había quedado bien el espacio por diferentes actuaciones que se habían quedado por hacer, u otras cuestiones que habían quedado mal. El responsable municipal tomó nota.

Como en noviembre no había acudido nadie, recuerda Fernández Jara, le comentó la situación directamente a la alcaldesa, Milagros Tolón. Al día siguiente, un técnico municipal le llamó para quedar en el espacio y ver los problemas de inmediato. Pero una hora antes de la cita, la anuló porque habían surgido unos problemas. «Y desde entonces, estamos en abril, han pasado ya cuatro meses de aquello y casi siete desde que terminó la obra y aquí todavía no ha venido nadie a ver el centro cívico, y el centro cívico está lamentable», apunta el portavoz vecinal.

Desde La Candelaria denunciaban que el edificio municipal sigue con humedades, la pintura se está cayendo de las paredes, con habitaciones que no se han llegado a limpiar tras la obra, escalones rotos o el suelo de abajo sin pulir. Al no retirarse el escenario, no se ha pintado la pared de detrás, ni todo lo que hay debajo, «desde 1987, en que lo inauguraron, eso está sin tocar». Se lamentaba Fernández Jara de que esto esté ocurriendo en unas instalaciones municipales. No son las únicas con dificultades, la propia sede vecinal, de propiedad municipal, tiene problemas, «en cualquier momento se nos va a colapsar el tejado» y un año después del aviso, «no han sido capaces de venir a verlo».