Un informe de la Consejería de Desarrollo Sostenible elaborado tras la investigación realizada sobre las causas del incendio del pasado 14 de agosto en la conocida como Isla Grande del Tajo, frente al recinto ferial de La Peraleda, determina claramente que el fuego estuvo provocado por «fuegos artificiales».

Agentes medioambientales de la Junta de Castilla-La Mancha fueron los encargados de su elaboración, y para ello acudieron a la zona del incendio para investigar lo que había sucedido. Realizaron inspecciones oculares en la zona, los días 15 y 16 de agosto, para delimitar sobre el terreno el área de inicio del fuego y llevar a cabo un análisis minucioso. Así, en el informe se indica que localizaron «diversos restos de material pirotécnico (carcasas), realizando el correspondiente reportaje fotográfico». Tras un «exhaustivo examen», los agentes pudieron comprobar que el incendio «se inició en un único punto y que su causa vino determinada por el empleo de fuegos artificiales».

La claridad del informe de la Consejería de Desarrollo Sostenible para señalar las causas del incendio contrasta con la del dossier elaborado por el Ayuntamiento de Toledo al respecto, que pese a contar con varios centenares de páginas no indica con claridad el origen, limitándose a decir que «se halló lo que podrían ser los restos de pirotecnia que originaron el incendio».

Ese informe municipal se centra prioritariamente en los daños a la fauna y la flora de la zona.