Fedeto informa de la saturación de los servicios de prevención

Jaime Galán
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Las dudas de los empresarios para abordar la retirada de las mascarillas colapsan los sistemas de prevención sanitaria de las compañías. Fedeto recomienda seguir usándola, pero apela al sentido común

Fedeto invita a que cada negocie analice qué es lo más adecuado. - Foto: David Pérez

La retirada del uso de la mascarilla en espacios interiores ha dejado más dudas entre los empresarios de lo que realmente expone la medida en el Boletín Oficial del Estado. Pese a que todo el mundo, libre o no de llevarla, ya no tiene obligación de hacerlo, la inmensa mayoría de las empresas se ha puesto en contacto con los servicios de prevención sanitaria de la propia compañía para tomar una decisión al respecto, y que esta sea común para sus empleados. Así lo transmiten los propios empresarios y la patronal toledana. El secretario general de la misma, Manuel Madruga, asegura que en Fedeto llevan recibiendo consultas por este asunto desde hace varios días. Y más clara y concisa no pudo ser su respuesta ante cada una de esas llamadas. «Sentido común». Eso es lo que aconseja Madruga a los empresarios toledanos en su día a día. «En cada negocio habrá situaciones en las que sea conveniente usar la mascarilla, y otras en las que no, pero para eso existe el sentido común de cada persona» explicó. Y para los que sigan teniendo dudas, Madruga les anima a contactar con su sistema de prevención de salud, lo que ha terminado por saturar el servicio, debido a que «están hasta arriba de llamadas».

Para el secretario general de la Federación Empresarial Toledana, las dudas en esta decisión de mantenerla o no en los negocios corresponde a una «cuestión psicológica». A su juicio, «es el instrumento que más ha ayudado a prevenir contagios», por lo que ve normal que ahora los trabajadores se sientan más protegidos con ellas en su área laboral. Es conscicente de que ellos como patronal no pueden obligar a actuar de una manera común, pero sí que pueden emitir recomendaciones a las empresas. Y es en ese sentido, donde Fedeto plantea que se siga usando el cubrebocas, «sobre todo en aquellas compañías donde haya una cadena de producción con trabajadores muy juntos». De hecho, Madruga confirma que coincidiendo con la entrada en vigor de esta medida, él mandó una circular a sus empleados en los que invitaba a seguir usándola si su trabajo está vinculado con la atención o recepción de público.

Al margen de que ya lo haya calificado como una cuestión psicológica, Madruga considera que como la medida en sí misma deja la puerta abierta a que el ciudadano la siga llevando si así lo requiere, «otorga la potestad de decidir al empresario, que se dice a sí mismo: quién soy yo para decidir esto». Lo cual, genera estas dudas en los diferentes negocios o sectores. «Es una puerta abierta y, a su vez, una patada hacia adelante», afirma Manuel Madruga. De ahí que, de nuevo, los empresarios se hayan apoyado en los sistemas de prevención, para que decidan por ellos. Y Madruga añade que está convencido de que estos servicios de salud les han transmitido a los empresarios las mismas palabras que Fedeto. Sentido común.

En cualquier caso, Manuel Madruga alaba la responsabilidad de la sociedad española que, en su opinión, «vuelve a demostrar que es mucho más prudente y responsable que la de otros países europeos o del mundo». Sobre si cree que la medida es prematura, el secretario general dice no tener capacidad para opinar al tratarse de criterios sanitarios, pero sí añade que «me quedo tranquilo observando que la Junta de Comunidades no va a tomar determinaciones distintas al Gobierno de España».