El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, era el encargado de abrir, una vez más, el melón del futuro de las pensiones en las últimas semanas y la reforma del sistema actual. El retraso en la edad de jubilación y las jubilaciones anticipadas son solo algunos de los puntos que más debate generan y que tienen en el ofrecimiento de primas para retrasar la edad de jubilación su primera baza. Un incentivo de 12.000 euros al año para aquellos que duden entre seguir trabajando o jubilarse y empezar a cobrar una pensión media que superó en febrero de este año los 1.371,13 euros al mes en la provincia de Toledo. En enero de este mismo año el importe era de 1.285,55 euros, por lo que en 30 días la jubilación inicial se ha incrementado un 6,65%.  La cifra que crece hasta los 1.513,09 euros si se pone la lupa en las condiciones a las que llegan los nuevos jubilados del régimen general. Por contra, en las bajas por el fallecimiento del titular, la pensión media en el régimen general es de 1.136,58. La diferencia es de 376,51 euros, favorable a las nuevas altas.     

Hay que recordar que el salario medio en la provincia, según la Agencia Tributaria, no llega a 1.305 euros al mes repartido en 14 pagas y que entre los jóvenes, los que tienen de 18 a 25 años, el sueldo medio no alcanza siquiera los 550 euros mensuales. De hecho, atendiendo a las franjas de edad en las que Hacienda distribuye los salarios medios, es necesario escalar hasta los toledanos con edades de 46 a 55 años para encontrar unas nóminas que sean más abultadas que las nuevas pagas por jubilación, concretamente 1.525 euros mensuales. A las puertas de llegar a ese retiro, por ejemplo, la pensión es tan sólo 235 euros más baja que los últimos salarios que, de media, perciben los toledanos antes de llegar a los 66 años.

Aunque desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se mostró esta misma semana el compromiso, ante los agentes sociales, de subir las pensiones conforme al IPC sin que haya compensaciones por inflación negativa en los tres años siguientes, las dudas han asaltado las consultorías y las sedes de los propios sindicatos. Para mejorar el estado de salud de las cuentas de la Seguridad Social, el Gobierno de Pedro Sánchez pretende aumentar las trabas a los que piensen en una jubilación anticipada y cerrar un grifo que no se puede cuantificar en el plano provincial, pero que en el ámbito estatal sigue abierto. En los dos primeros meses de este 2021, de hecho, se ha incrementado en un 29% el número de trabajadores que optaron por adelantar su jubilación antes de los 66 años y esquivar así las posibles penalizaciones que se dibujan en un horizonte no muy lejano.

El objetivo es rebajar el importe de la nómina de las pensiones, que solo en Toledo asciende a 111,20 millones de euros al mes y que ha crecido en 2,9 millones de euros en el interanual. La factura mensual en pensiones casi 20 millones superior a lo presupuestado por el Estado para toda la provincia en sus cuentas de 2021, que alcanza los 93,91 millones de euros que prevé gastar durante todo el año, sumados tanto las aportaciones de los ministerios como del sector público empresarial.

 En total, hay casi 110.877 toledanos que al acabar el mes cobran del Estado una pensión, de los que más de 71.520 lo hacen por haber alcanzado la edad de jubilación. Entre ellos se repartieron en marzo 78,6 millones de euros, otro récord para las arcas de la Seguridad Social.