Desafío al hastío, al calor y al reloj

Mario Gómez / VILLASECA
-

El 'Desafío del Campo Charro', escaso de contenido, resultó denso, con un calor sofocante y una buena entrada en los tendidos. Destacó 'El Niño de las Monjas' y el novillo premiado fue Zorrero, de la ganadería vallisoletana de Raso de Portillo

Jordi Pérez se fue a portagayola en el último de la feria. - Foto: Dominguín

Salía el último de la feria por toriles y el calor y el escaso contenido de la tarde eran los protagonistas hasta el momento. En vistas de lo visto, mientras que sonó la jota, desde uno de los tendidos altos desplegaron una pancarta anunciando, con sorna, que «triunfador alfarero Luismi chatarrero». Los olés que sonaron en los tendidos cuando el conocido empresario actuaba, han estado presentes toda la feria.

Mientras tanto el de Pedraza que abrochaba la feria había salido con pies y a por él se fue a la puerta de chiqueros Jordi Pérez. 'El Niño de las monjas' libró la portagayola de un novillo en tipo de la casa, que derribó al caballo en el primer intento. Tiró de profesionalidad el tercero de la cuadrilla, Jesús Granados y pasó dos veces dejando dos buenos pares. Jordi brindó a la meseta a una vecina de Villaseca antes de comenzar una faena plena de entrega en la que se vivieron momentos de mucha cadencia y toreo de gusto, en los que el valenciano mostró cualidades y valor suficiente como para volver en futuras ocasiones. Tenía el triunfo en la mano y lo marró con la espada.

El de Paloma Sánchez Rico hizo tercero y se arrancó dos veces con alegría al caballo. Entonces Jordi Pérez pidió el cambio, el público protestó, el presidente no sacó el pañuelo y lo volvieron a poner en suerte. Tardeó y volvió a pedirlo, y el presidente siguió sin atender a la petición, el público pidiendo más varas y el novillero viendo un tercio de varas que se eternizaba a cuenta de nada. En la muleta se dedicó a puntear la muleta a pesar de la suavidad con la que J.P. incitaba los toques. Entrega a raudales del valenciano ante un novillo que no lo puso fácil y embestía a oleadas soltando la cara. Muy firme mató de estocada contraria y se atascó con el descabello.

Fotógrafos y aficionados a la fotografía taurina que han estado acreditados, se hicieron una foto de familia.Fotógrafos y aficionados a la fotografía taurina que han estado acreditados, se hicieron una foto de familia. - Foto: Virginia GonzálezSe quitó el sabor de boca Calerito con un buen saludo al 5°, que a la postre fue premiado como vencedor del 'Desafío del Campo Charro' a pesar de que la vacada pasta en tierras de Valladolid. El de Raso de Portillo lo hizo bien en varas y Calerito se echó de rodillas en los medios para sacárselo por la espalda. La alegría del novillo se convirtió en brusquedad. A pesar de ello el sevillano dio la cara y se mostró solvente ante un animal que echaba el freno de mano cada vez que pasaba el embroque. Lo mató de una estocada algo caída de rápido efecto que afeó toda su labor.

El de Galache que hizo segundo, le dio por arrastrar las patas traseras y la gente no tuvo paciencia con una de las joyas genéticas del campo bravo. Tocaron las palmas y no dejarlo ni verlo picar. Salió un sobrero de San Martín que lo hizo con muchos pies y creó cierto desconcierto. Estuvo a punto de derribar en varas y con la muleta Calerito no se confió y abrevió con una estocada atravesada, pero se eternizó con el descabello, leves pitos.

Salió soso en primer lugar el de Castillejo de Huebra, con el hierro de José Manuel Sánchez, pero Diego Peseiro hizo gala de la escuela portuguesa y derrochó facultades en banderillas. Con la muleta la dulzura del derecho se tornó en dureza por el izquierdo, por lo que optó por la diestra para una faena en la que cuando tuvo material no cruzó la raya y cuando se complicó todo tiró de arrimón y saludó una ovación.

Calerito puso voluntad ante el quinto.
Calerito puso voluntad ante el quinto. - Foto: Dominguín
El cuarto se encampanó de salida y se le pegó lo justo en el caballo, banderillearon con solvencia Felipe Proenza y Jaime Bermejo ante la lidia del propio matador. Algo inusual pero acertada, antes de coger la muleta y ponerse por ambos pitones ante un voluminoso astado de Juan Luis Fraile. Se puso violento el novillo y Peseiro lo pasó por ambos pitones y lo pasaportó alargándose en exceso.

ARCHIVADO EN: Cuadrillas, Niños, Tauromaquia