La parada del autobús de Nambroca en el centro comercial Luz del Tajo autorizada por la Junta de Comunidades ha provocado una respuesta contundentemente negativa del Ayuntamiento de Toledo por razones económicas, de tráfico, de competencias y de organización, entre otras. Sin embargo la Dirección General de Transportes y Movilidad ha desestimado las alegaciones y como respuesta el concejal de Movilidad ha ordenado  «formular requerimiento previo de anulación de la Resolución», que es el paso previo a la presentación de una demanda judicial por la vía de lo contencioso.

Más allá de la pelea burocrática, lo más interesante de su contenido es que viene a demostrar que hay preocupación por la puesta en marcha del nuevo hospital cuando rinda al cien por cien, tanto como para exigir que la Administración regional construya de una vez «la variante» prometida (se entiende que es la paralela a la cuesta de las Nieves que conectaría directamente la A-42 con el hospital).

«La parada repercute negativamente, como no podía ser de otra manera, en la movilidad de la ciudad de Toledo al concurrir con el transporte colectivo urbano y el enorme tráfico que genera el Centro Comercial».

«La instalación de la parada complica aún más el tráfico en la zona del Centro Comercial y en el nuevo Hospital, que pese a no estar en total funcionamiento en el momento actual sin duda lo estará en un momento próximo».

la variante. «La solución más plausible, dado que el acceso a la parada proyecta se realizaría a través de una carretera nacional de acceso único, sería que la Junta de Comunidades proyectara y ejecutara la futura variante a fin de no comprometer gravemente el acceso y la movilidad en relación al nuevo Hospital y a Centro Comercial Luz del Tajo».

Los tres párrafos son parte de las alegaciones que el Ayuntamiento ha remitido a la Junta para oponerse a la parada.

Otros argumentos son más curiosos. Por ejemplo los económicos porque la Estación de Autobuses pierde su sentido si no se hace llegar hasta allí a los viajeros que vienen de los pueblos.

Lo explica señalando que incide en los ingresos ya que al disminuir los viajeros hace «menos atractivo el alquiler de los locales comerciales que sustentan económicamente y mediante la oferta de sus servicios esta infraestructura» y añade que «año tras año, y tras varias licitaciones, los locales comerciales siguen sin tener interés para comerciantes».

Recuerda que el Ayuntamiento gestiona la Estación de Autobuses como concesionario de la Junta de Comunidades y afirma que el cambio de ruta que se propone «posterga esta infraestructura vaciándola de objeto».

Renunciar a la Estación. Además se queja de que «la antigüedad de la Estación de Autobuses de Toledo y la escasa inversión realizada, particularmente relevante en lo que afecta a las escaleras mecánicas y sistemas de climatización», hace que la gestión «no tenga interés práctico para el Ayuntamiento» si no es de «uso obligatorio de todos los servicios interurbanos».

También señala que esta parada perjudica los ingresos del autobús urbano de Toledo (indica que los usuarios de la ruta Nambroca-Toledo pueden acceder a Luz del Tajo por medio de las líneas 91 y 91 de transporte urbano) y advierte de que «puede comportar un perjuicio económico al Ayuntamiento, en la medida en que dicha pérdida afecte al equilibrio económico de la concesión de transporte urbano del municipio de Toledo, perjuicio que debería ser oportunamente resarcido por la Junta de Comunidades si finalmente autorizase la parada».

Lo llamativo es que poco perjuicio puede existir si como dice el propio Ayuntamiento los autobuses de la línea Astra (área metropolitana de transporte) que llegan a Toledo desde Nambroca traen una media de 1,3 viajeros (los días laborables hay seis autobuses, los sábados tres y los domingos y festivos dos; pero en cada caso solo uno por la tarde, en hora punta del centro comercial).