La fuente de los patos, motivo de controversia sanitaria

J. Monroy
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La consejería hace responsable al Ayuntamiento de su control, tras la denuncia de Víctor Villén, quien ve peligroso que se expulse al aire constantemente los excrementos de los animales

La fuente de los patos, motivo de controversia sanitaria - Foto: Yolanda Lancha

El Ayuntamiento de Toledo es responsable del control sanitario de la fuente de los patos del Polígono, porque tiene el deber de llevar un control mínimo en el medio ambiente así como de los edificios y lugares de vivienda y convivencia humana, según lo dispuesto en la Ley 14/1986 de 25 de abril, General de Sanidad. Además, debe ejercer las funciones que la Ley 7/1985 de 2 de abril, reguladora de las Bases de Régimen Local, le concede sobre el medio ambiente urbano y la protección. Así se lo comunica el Gabinete del consejero de Sanidad, Jesús Fernández, a Víctor Villén, vecino del Polígono, que lleva años preocupado por las posibles consecuencias para la salud que pueda tener la expulsión por la fuente de los excrementos de las aves que allí habitan.

Villén advierte que la presencia de pájaros allí supone un riesgo de accidente, «pero para mí el riesgo más importante es el sanitario, porque en un momento determinado, si se expulsa agua sin depurar a la atmósfera, ni muchísimo menos, puede haber cualquier salmonela». El problema es que se trata de un circuito de agua cerrado, donde habitan animales que hacen allí sus deposiciones. Luego el agua y los excrementos se expulsan a la atmósfera por la fuente.

Como portavoz de la Asociación de Vecinos El Tajo, Villén ya llevó el problema a las antiguas juntas de distrito. Esto llevó, recuerda, a que en su día el Ayuntamiento sí pidió un informe técnico, que confirma que las aguas de la fuente de los patos tiene más restos de materia orgánica que la situada frente al Cardenal. La Policía Local, por otro lado, apuntó que no había riesgos. Pero el vecino advierte que no se habrá producido todavía ningún herido grave, pero sí multitud de sustos, atropellos a gansos y hasta frenazos por las personas mayores con niños que se han pasado a dar de comer a los patos.

De forma que en 2020, Villén volvió a hacer un escrito a la alcaldesa, Milagros Tolón, donde volvió a resumir estos peligros. Allí le comunica que el Ayuntamiento está obligado a poner fin a esta situación, por el alto riesgo sanitario y de seguridad circulatoria. En primer lugar, recuerda que la instalación carece de algún sistema de depuración, filtrado o decantación de aguas, «con lo que las aguas junto con los excrementos de los gansos, se ponen en recirculación al hacer funcionar la fuente». Esto supone, entiende, riesgo de legionelosis, por ejemplo, porque no es suficiente con que la fuente se limpie una vez al mes. Además, existe peligro, en este caso de atropello, «derivado de la imprudencia de algunos vecinos, que acceden a la zona de césped para alimentar a los gansos, con el agravante de hacerlo con niños pequeños».

Otras denuncias. También ha reclamado Villén a través del Portal de Transparencia del Ayuntamiento, y se lo ha comunicado a la presidenta del Distrito, Ana Abellán, y en la Comisión de Obras. «Pero no hay forma de que me den ninguna contestación, en ningún sentido», se lamenta.

Esta falta de respuesta le llevó a Villén a recurrir al consejero de Sanidad. En un nuevo escrito, quiso dar cuenta del posible riesgo sanitario y formular denuncia. Porque la existencia de restos fecales de aves la fuente y la falta de actuación municipal. Su contestación ha sido que Consejería y Dirección General de Salud Pública no disponen de competencias en la materia y por tanto no puede actuar sobre la fuente de los patos, ya que le corresponde al Ayuntamiento.

Tras la respuesta de Sanidad, Villén ya tiene la confirmación de que «a todos los efectos es el Ayuntamiento el responsable». A partir de ahí, el vecino apunta que, ojalá no se produzca, pero si en algún momento hay algún tipo de enfermedad causada por estas aguas, «esta denuncia estará a disposición de la persona que la necesite, sea donde sea».