El drama de la guerra ha provocado el desplazamiento de más de tres millones de personas que han abandonado el país eslavo. De ellos, más de 200 personas han llegado a Castilla-La Mancha, de los que 65 se encuentran en Toledo.
De estas personas, en su mayoría mujeres, 18 serían niños en edad escolar, que tal y como explicaba la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, ya han sido escolarizados en diferentes centros.
La consejera explicaba que son ya más de 400 las atenciones llevadas a cabo por el Ejecutivo regional, que a través de los servicios sociales «han multiplicado por cinco» la atención que se está llevando a cabo para informar de los procedimientos y cauces legales necesarios.
García Torijano también confirmó que a estas personas que llegan con la condición de refugiados, logran en a penas 24 horas la «protección garantizada plena que les asegura la primera residencia y el permiso laboral».
Ello es posible gracias a la habilitación de comisarías en las capitales de provincia donde pueden dirigirse todas las personas ucranianas para que «con cita y de forma rápida puedan obtener la documentación necesaria».
La entidad de «primera acogida en la región es Accem», y el resto de entidades están recibiendo la autorización para dicha actividad por parte del ministerio, para obtener también plazas de primera acogida, a través de centros, albergues o pisos.
En el caso de las familias de acogida, será también el Ministerio el que lo gestione mediante un plan de familias de acogida, y desde Castilla-La Mancha se canalizará el traslado de solicitudes realizadas a través de la pestaña habilitada en la web Ejecutivo regional.