El gran rival de Biden

M.R.Y (SPC)
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El presidente de EEUU celebra su 80 cumpleaños con una sensación agridulce: pese a su triunfo en las legislativas, cada vez son más las voces que le exigen que se retire por su avanzada edad

El gran rival de Biden - Foto: Reuters

Cuando uno piensa en cómo celebrará sus 80 años de vida, puede que se amontonen muchas ideas en función del homenajeado. Pero en algo coinciden prácticamente todos: lo hará jubilado. Sin embargo, Joe Biden es una de esas excepciones, puesto que este mismo domingo cumplirá ocho décadas desde la Casa Blanca y con, al menos, dos años más por delante de trabajo, arduo, sin duda.

Tan señalada fecha llega, además, en un buen momento para sus aspiraciones políticas: a pesar de que todo apuntaba a una debacle de su partido en las elecciones de medio mandato, los demócratas superaron con más éxito del esperado este escollo en el que la formación gobernante suele perder muchos apoyos. Es más, los liberales consiguieron mantener el control del Senado, un hecho que permite a Biden un margen para sacar adelante algunos de sus proyectos más destacados.

Pero en una moneda siempre hay una cara y una cruz. Y no todo son alegrías para el presidente de Estados Unidos estos días. Donald Trump, su rival en las elecciones de 2020 y máximo azote del mandatario desde su triunfo en las urnas, acaba de anunciar que tratará de repetir el duelo en los comicios de 2024. Un enfrentamiento que, sin embargo, está más en el aire que nunca, ya que la mayoría de los votantes de Estados Unidos considera que Biden tiene ya una edad como para pensar en retirarse.

La desconfianza en el dirigente va en aumento y las dudas sobre su estado de salud crecen tras cada intervención del señalado. De hecho, más de dos tercios de los votantes en las últimas legislativas -de ambos bandos- manifestaron que no quieren que el mandatario busque la reelección al considerar que «está mayor». En su propio partido, cada vez son más las voces que exigen un «cambio generacional» y temen que la obcecación de Biden por volver a presentarse a los próximos comicios acabe por tumbar las que se antojan pocas opciones de los liberales.

Ya se convirtió, tras jurar el cargo en enero de 2021, en el presidente de más edad en la Historia de EEUU -el récord lo ostentaba Ronald Reagan, quien estuvo en el cargo hasta los 77 años- y, en caso de que ganase su segundo mandato, acabaría esa legislatura en 2027 con 86. Y, aunque él insiste en que está en forma y capacitado para llegar hasta entonces, su cuestionada salud física y mental se ha convertido en su mayor enemigo para tal propósito.

Sin ir más lejos, en la cumbre del G20 celebrada esta semana en Bali, él mismo se ausentó de la cena de gala al justificar que había tenido «un día largo» y, por tanto, necesitaba descansar. Una muestra más de que la edad pasa factura.

Pero no solo en el plano físico. Cada vez son más los lapsus que muestra en sus discursos públicos, en los que ha llegado a confundir la guerra de Ucrania con la guerra de Irak, apuntar a esa contienda como el motivo de la muerte de su hijo -que falleció por un cáncer-, mostrarse ausente durante entrevistas y desorientado tras algún mitin en el que no ha encontrado la salida del escenario... Incluso trabas físicas, puesto que recientemente se cayó de una bicicleta mientras estaba parado. 

Todos estos episodios han sido utilizados por los republicanos en una férrea campaña que desde las filas demócratas tratan de minimizar asegurando que eso es algo que «puede pasarle a cualquiera».

Y, de hecho, el propio Biden se defiende con fiereza ante quienes le cuestionan por su edad. Unas dudas que considera «totalmente legítimas», aunque insiste en ser «capaz tanto física como mentalmente» de cumplir un posible segundo mandato. «Tengo una buena salud física y mental», subrayó en una entrevista concedida la semana pasada, en la que volvió a restar importancia a su edad: «Podría caerme muerto mañana mismo», aseguró, dejando claro que a cualquiera podría pasarle lo mismo. Incluso con menos de 80 años.