Continuo recomendando a quienes me leen y se interesan por el grotesco asunto del Tajo-Segura y cuentan además con posibilidades de hacerlo, seguir lo que publica la prensa en Levante ( que en última instancia allí es donde va el agua de nuestro Tajo). Hago aquí una interrupción para aclarar que reconozco que en determinados asuntos como el del trasvase, me pueden las tripas y salen por mi boca o mis teclas palabras que estando un poco más tranquilo me sorprenden  por  su hosquedad y rudeza, lo reconozco igual que reconozco su sinceridad franca.
Suelo echar un vistazo a la prensa murciana –La Verdad- pero esta vez a propósito de una salida de pata de banco de Ximo Puig presidente de la autonomía valenciana, más conocido en esta columna como el del bisoñé rampante y sudoroso, tras volver a ignorar a los ribereños del Tajo ha manifestado una novedad: que está dispuesto a subvencionar agua de las desaladoras, con las que deberían complementar el agua que se llevan de nuestro río con 10,22 céntimos el m3, asegura también que este precio lo mantendrá hasta 2026, las elecciones, las elecciones. Según se dice en el diario valenciano Las Provincias el líder del Partido Popular Valenciano y Puig  se culpan uno a otro del mínimo  recorte que se ha  anunciado en el Trasvase –ojalá lo haya por pequeño que sea pero hasta que no lo vea no lo creeré -y se tiran los trastos a la cabeza. Natural siendo uno socialista y otro de los populares todo esto en la semana en la que el Gobierno ha anunciado una mínima disminución de los envíos como escribía, en el agua para trasvasar anunciando eso sí, que tiene previsto unos envíos de máximos de 135 Hm3 durante este semestre hasta junio. Al hilo de todo esto no se puede pretender que existan políticos con miramientos por algo tan impersonal como un río o ciudadanos que no pueden votarlos, nosotros que únicamente tenemos la particularidad de que vivimos a orillas de ese río; otra cosa son los políticos a de aquí Tita Élez y García Page y demás casta que decían los de Podemos cuando estaban a la cuarta pregunta y no habían probado las mieles de los sueldazos  ni el poder sobre los ordenanzas de los ministerios. 
Por mi parte me encanta que estén a la greña por el agua de nuestro río y espero que la riña vaya a mucho más, no estoy tan contento de que aquí en nuestra dolorida Castilla siga el silencio de los políticos, silencio efectivo me refiero, y continúen tragando con lo que dicta el Gobierno de Sánchez mientras el Tajo continúa muriendo en Valencia y Murcia o como dicen ahora los levantinos «encharcando las Lagunas de Ruidera» merced a la llamada tubería de la Mancha. Y es que está muy claro que cualquier agua del Tajo que no les llegue a ellos les provoca una sensación de que son robados, ellos consideran que todo el agua del Tajo es suya y no consienten entrar en ningún reparto para lo que están dispuestos a luchar  lo que haga falta.
Por cierto yo también considero un robo el agua que va a la «tubería de la Mancha».