'Alcántara' pide una moratoria de las antenas 5G en Toledo

J. Monroy
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Proponen esperar hasta que los científicos demuestren que es una tecnología inocua. Además, esperan que Adif no ponga en marcha todavía una antena cerca del paseo de la Rosa

Alcántara pide una moratoria de las antenas 5G en Toledo - Foto: David Pérez

Otra vez Santa Bárbara y las antenas de telefonía. Durante años, hace ya década y media, los vecinos del barrio y su Asociación Alcántara lucharon contra los molinos de viento en forma de compañías telefónicas y a la postre lograron el traslado de las antenas del entorno de personas afectadas por cánceres y otras enfermedades a los terrenos de la Academia de Infantería. Ahora otra antena ha encendido las alarmas y la Asociación de Vecinos pide preventivamente que no Adif no instale una antena de 5G cerca del paseo de la Rosa.

Alcántara propone al Consejo de Participación de Santa Bárbara, que se celebra esta tarde a las cinco en el Centro Cívico «que se valore la pertinencia de aplicar una moratoria en todo el término municipal de Toledo para evitar la instalación de una antena de 5G hasta que no haya estudios científicos independientes que demuestren su inocuidad en la salud de la población expuesta». Al mismo tiempo, pide que se entablen conversaciones con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), para que reubique una antena que presuntamente va a llevar esta tecnología, y se aleje a no menos de 400 metros de cualquier núcleo de población.

La Asociación explica que en las inmediaciones de la vía del tren, a la altura de la vía pecuaria conocida como huerta de la Rosa (en la última rotonda del paseo de la Rosa, desde donde se inicia la carretera a Ciudad Real), se han producido recientemente ciertos trabajos de instalación para implantar, según indicios, la tecnología 5G, en la estación de telefonía móvil allí ubicada. Al menos, apunta el portavoz vecinal, Alejandro Sánchez, alguien debería dar explicaciones a la población sobre esa antena «porque de ella no tenemos noticias».

La estación de telefonía móvil se sitúa a poco más de doscientos metros de un centro de salud, lo que expondría a la población más vulnerable a los potenciales efectos nocivos de las radiaciones electromagnéticas que emite. Además, a diario pasa por delante de ella población infantil y juvenil para dirigirse al CEP y al IES situado a continuación del centro de salud. Todo ello, recuerda la Asociación, cuando la vigente Ordenanza municipal para la instalación y funcionamiento de las instalaciones de radiocomunicación recoge que «se consideran centros sensibles los siguientes escuelas infantiles y centros educativos; centros sanitarios, hospitales y geriátricos; y residencias de ancianos». De ahí el temor vecinal. El mal menor, apunta Sánchez, sería instalar el 5G en las antenas actuales de la Academia. Pero con eso no se quita el miedo.

La Asociación recuerda que son numerosos los llamamientos de científicos que alertan de la crisis emergente de salud pública relacionada con los campos electromagnéticos (CEM) que emiten las antenas de telefonía móvil, los teléfonos móviles y las redes inalámbricas. Entre ellos, el International EMF Scientis appeal firmado por más de 250 científicos expertos en bioelectromagnetismo que atestiguan que «numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los campos electromagnéticos (CEM) afectan a los organismos vivos a niveles muy por debajo de la mayoría de las directrices internacionales y nacionales (. . .) el aumento de riesgo de cáncer, el estrés celular, el aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductor, déficits en el aprendizaje y la memoria, trastornos neurológicos y efectos negativos en el bienestar general de los seres humanos (...)».

A su juicio, las emisiones de las nuevas frecuencias del 5G se suman a las de las tecnologías inalámbricas existentes (4G, 3G y 2G), aumentando el nivel de exposición de radiofrecuencias de la población con un potencial efecto cóctel. Esta preocupación ha sido asimismo expresada en el Llamamiento internacional por una moratoria de la implantación del 5G en el Planeta, firmado por más de 6.500 científicos, 4.000 médicos y 3.000 organizaciones. A eso se suma que «ya el Defensor del Pueblo manifestó en el dictamen sobre el Plan Nacional 5G que éste incumple la Ley 21/2013 de evaluación ambiental al no haberse realizado ninguna Evaluación de Impacto Ambiental y que ignora las recomendaciones de la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa».

Además, Alcántara argumenta que son ya muchos los ayuntamientos que en base al principio de precaución han procedido a una moratoria en cuanto a las instalaciones de infraestructuras 5G, hasta que se realicen estudios científicos independientes sobre el efecto que tienen en los seres humanos. Algunos ejemplos son Bruselas, Ginebra y varios cantones de Suiza, varios municipios de Inglaterra, 447 ciudades y pueblos de Italia entre los que se encuentran Florencia y Turín.

Obras pendientes. En el mismo Consejo de Participación de esta tarde, la Asociación quiere preguntar al Ayuntamiento por varias obras pendientes en Santa Bárbara.

El pasado mes de marzo, el Ayuntamiento expuso a Alcántara una serie de obras que se iban realizar en la calle Esparteros, desde su inicio hasta la plaza del Sagrario, una elevación del vial, con alineación de aceras para eliminar bordillos y mejora de las mismas eliminado plazas de aparcamiento, con nuevo alumbrado y nuevo mobiliario urbano. Entre otras cosas, notificó el Consistorio que dicha obra comenzaría en el mes de septiembre. Como hasta la fecha no se ha iniciado nada ni hay indicios de tal comienzo, la Asociación pregunta por las obras, «que nos den una explicación de esas obras que nos propusieron ellos para hacer con dinero del Edusi», apunta Sánchez, preocupado por tratarse de fondos finalistas que tienen que estar invertidos el 31 de diciembre.

De igual forma, Alcántara quiere que se informe al barrio de cuándo se van a realizar las obras de reposición del paseo del Don Vicente, así como los aledaños del mismo, ya que han pasado dos meses desde la Dana del día 1 de septiembre «y solamente sabemos que por parte del Ayuntamiento se ha revisado el cauce del arroyo, pero no tenemos ninguna noticia de cuándo se va a realizar el arreglo del mismo, así como las soluciones que se propusieron para el bulevar de la Rosa». Las últimas noticias que tiene Alcántara es que el Ayuntamiento tendrá que asumir la obra del arroyo. Pero no se han limpiado los árboles caídos en el cauce en la Academia, ni se ha actuado sobre los desagües que bajan al paseo de la Rosa, ni se ha ejecutado la canalización para comunicar los cuatro carriles del mismo para que el agua vaya hacia el río. Solo se ha limpiado el cauce del arroyo en su paso bajo el barrio. Pero Sánchez teme que «como haya otra tormenta, vamos a estar en las misma».

Finalmente, está previsto que el presidente vecinal, José María Jiménez, pregunte por las obras de los Presupuestos Participativos, que tienen también que terminarse en diciembre. De momento, apunta Sánchez, solo ha preguntado el Ayuntamiento por la situación de los parques infantiles, pero de momento no ha empezado a actuar en los mismos, ni está ejecutando las demás propuestas.