Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Rifa frustrada

06/04/2022

Al finalizar los actos de la Semana Santa de Talavera del año 1954, se crea una comisión denominada 'Pro-Semana Santa' con el cometido de tratar de dar el empuje definitivo a la celebración. Desde hacía un par de años las hermandades de Talavera mantenían reuniones con el objetivo de conseguir que los desfiles procesionales y actos de culto tuvieran mayor solemnidad y brillantez e incorporaron algunas novedades: pregón, nuevos pasos, nuevos itinerarios, bandas de música de Madrid, retraso de horarios en las procesiones...
Formaban esa comisión: don Juan Ruiz de Luna, Presidente de la Hermandad de los Alfareros; don Abel Martínez Bernal, Presidente de la Hermandad del Santo Sepulcro; don Fidel Corrochano, Presidente de la Hermandad de Jesús Nazareno; don José Ramón de Fata, Presidente de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, don Félix Moro, Presidente de la Hermandad de Nuestra señora de los Dolores, don Maurilio Magán, Presidente de la Hermandad de Nuestra Señora del Prado, don Fernando Frontelo, Presidente de la Hermandad de Patrocino de San José y don Carlos García Verdugo, Presidente de los Hombres de Acción Católica. Todos coincidían en que la única manera de potenciarla era que las hermandades trabajaran de manera conjunta y coordinada y que se consiguieran fondos económicos, pues el remanente líquido del que disponían todas las hermandades no llegaba a las cuatro mil pesetas, a las que había que añadir las pequeñas cuotas de los cofrades. Cifra totalmente insuficiente para mantener una Semana Santa digna
Para solventar esa cuestión, a principios del año 1955 enviaron una carta-circular a todos los domicilios de la ciudad explicando sus proyectos y pidiendo donativos para cumplir sus fines. El sobre con el donativo se podía depositar en cualquiera de las farmacias de Talavera. También organizan una gran rifa en la que se sorteaba un coche SEAT 1400, el nuevo modelo de lujo de la factoría con línea redondeadas que imitaba a las de los automóviles americanos del momento. Para ello realizaron la solicitud a la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, publicitaron el sorteo y confeccionaron las papeletas. Pero al final tuvieron que dar marcha atrás porque, aunque movieron influencias, la lista de espera para la entrega de los coches era larguísima y el vehículo no les fue adjudicado con el tiempo suficiente para realizar el sorteo a primeros de abril.