Séptima derrota consecutiva del Talavera B como visitante. Esta vez ante el Marchamalo, equipo que marcaba el límite de la salvación y que, con este triunfo, se aleja tres puntos más del filial. En La Solana, el conjunto de Carlos Fernández cayó justamente derrotado, puesto que en ningún momento dio la sensación de ser capaz de plantar cara.
Desde el inicio el Marchamalo se mostró muy superior al filial talaverano. El equipo de Ángel Sanz tenía más el balón, y lo jugaba con más verticalidad de lo habitual, ante la blanda zaga del equipo blanquiazul, que hacía aguas. El planteamiento con tres defensores más Loukou adelantado por la izquierda no funcionó en ningún momento, ya que aunque el locales entraban más por esa banda, tampoco les resultaba difícil entrar por el lado contrario.
Con este desarrollo del juego, era cuestión de tiempo que los goles fueran cayendo. El Marchamalo tuvo la fortuna de adelantarse pronto en el marcador. Pimientel centró desde la línea de fondo, por el perfil diestro según atacaba su equipo, hacia el segundo palo por donde apareció Joni Ortiz, libre de marca, para enviar el balón al fondo de la portería con un cabezazo preciso.
Se podía esperar un acto de rebeldía por parte de los jugadores del Talavera B, al no tener ya nada que perder, pero lamentablemente esto no ocurrió. El conjunto cerámico ni se acercó al área rival, viendo como solo la mala puntería de los jugadores anfitriones les mantenía en el partido. Tan malo fue el desempeño del filial, que Carlos Fernández no esperó ni al descanso para mover el banquillo en búsqueda de una reacción de los suyos que finalmente no llegó.
Tal fue el despropósito, que Dorado, que fue el jugador que entró en el primer tiempo desde el banquillo, vio la segunda cartulina amarilla antes de cumplirse la hora de juego. Así, los visitantes tuvieron que continuar otra media hora con diez futbolistas en el campo.
Al final de tanto insistir, el Marchamalo sentenció el choque en apenas tres minutos. En el minuto 75 Naim anotó el que fue el gol de la tarde, tras alojar el balón por toda la escuadra disparando desde la frontal del área. Tres minutos después, Pimentel ganó la línea de fondo por la izquierda, rematando casi sin ángulo. Soto rechazó mal, y Dani Peinado, recién ingresado, aprovechó el esférico muerto para rematar a puerta vacía y alojarlo en el fondo de la red. El cuarto tanyo, a un minuto del final, fue para el mencionado Pimentel, que remató sin oposición dentro del área, tras ajustar la pelota al larguero.
Y pudieron ser muchos más para el equipo local, que en ningún momento sufrió en su área. Nula fue la presencia del Talavera B en ataque: se marchó de La Solana sin tan siquiera sacar un córner, lo que es una muestra del nefasto partido realizado por el filial, que se encuentra obligado a modificar radicalmente su dinámica negativa a domicilio si quiere disponer de alguna opción de salvación.