Con la conclusión del verano y el inicio del curso escolar, es el momento de realizar las aperturas del curso académico.
Así ocurría en la mañana de ayer cuando el Seminario Mayor de Toledo era el enclave elegido para celebrar el acto de inicio de curso en los centros de estudios superiores de teología.
Tras la celebración de la Eucaristía, presidida por Francisco Cerro, arzobispo de Toledo y concelebrada por múltiples sacerdotes, entre los que se encontraba el obispo auxiliar de la diócesis, Francisco César García Magán, tuvo lugar el acto académico con que se inaugura el nuevo curso, que comenzó pasadas las 12:30 h. La sesión inaugural comenzando con la lectura de la memoria académica del curso anterior, con la presencia de El rector de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, Javier María Prades; y los directores de ambos institutos, Francisco María Fernández, director del Instituto Superior de Estudios Teológicos y Emilio Tacero, director del Instituto de Ciencias Religiosas de Toledo, también se han sumado al acto.
Un acto que daba el pistoletazo de salida al curso 2022/2023 a los seminarios diocesanos, el Seminario Mayor San Ildefonso de Toledo, que contará con 71 seminaristas, el Seminario Menor, que cuenta con 45, que ya empezaron el curso en las fechas indicadas por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes; el Centro de Formación Sagrado Corazón de Jesús y al Instituto de Ciencias Religiosas Santa María, con 78 matriculaciones; y el Instituto de Estudios Teológicos 'San Ildefonso', que ha registrado 120 inscripciones para el presente curso, lo que supone un aumento de una veintena respecto de las que existían el año pasado en este centro dependiente de la Universidad San Dámaso.
Una apertura de curso que contó con la lección inaugural a cargo del doctor Juan Manuel Uceta Renilla, que bajo el título: 'Los Semina Verbi, entre teología y pastoral; a los 50 años de la carta pastoral Un Seminario Nuevo y Libre del cardenal D. Marcelo González Martín' en la que se desgranó la misiva que el cardenal de Toledo escribía hace medio siglo, y en la que González, explicaba que el seminario ha de servir, ante todo, a lo que él llama «estado de formación tan necesitado de equilibrio». Y ruega a los superiores, responsables de la unidad de dirección en el ordenamiento de la vida comunitaria, que sean claros y explícitos a la hora de educar la voluntad de los alumnos.
De este modo, en el escrito que vio la luz hace 50 años, el cardenal arzobispo primado, explicaba en 'Seminario nuevo y libre' que la diócesis toledana constituye «una comunidad viva y actuosa, que se mueve guiada por el amor y la fidelidad a la santa Iglesia», por lo que se trataba de una temática recurrente y efectiva para abordar en el inicio del curso académico, por la conmemoración de la carta pastoral, y las referencias a la vida y sentido de la institución.
Además del arzobispo de Toledo y su obispo auxiliar, el claustro de profesores, de los citados centros, y seminaristas, estuvieron presentes el concejal de Cultura y Educación, Teo García, el teniente coronel de la Guardia Civil, el Inspector Jefe y secretario general de la Jefatura Superior de Policía, la vicepresidenta de relaciones institucionales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la académica de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Dalila del Valle.