Ser más eficientes y contribuir a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera son los objetivos que persigue la convocatoria de ayudas aprobada este martes en la reunión del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, que alcanza un importe de 12,3 millones de euros.
La consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo, Blanca Fernández, dio cuenta de este acuerdo destinado al sector de las empresas privadas del transporte para que puedan transformar sus flotas de vehículos pesados, ya sean camiones, autobuses o semirremolques.
«Una apuesta por la descarbonización y la mejora de la calidad del aire porque, de alguna manera, también pretendemos impulsar la incorporación a la transición energética y ecológica al sector del transporte» dijo.
Reparto en cinco líneas de trabajo. Fernández desglosó las cinco líneas por las que se puede acceder a este tipo de subvenciones por parte de las empresas de transportes, como son el achatarramiento de vehículos ya obsoletos, por un importe de 4,2 millones de euros; la adquisición de vehículos de energías alternativas de bajas emisiones en carbono, para la que se han destinado más de 5 millones de euros; la modificación de la forma de propulsión de vehículos para convertir sus motores de gasolina o gasóleo en motores más eficientes y menos contaminantes, con una partida de 1,2 millones de euros; la implantación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos, también con 1,2 millones; y por último la adquisición de semirremolques para autopistas ferroviarias por un importe de 600.000 euros. Las ayudas van destinadas a las personas físicas o jurídicas que tengan su residencia en Castilla-La Mancha.
La consejera y portavoz del Ejecutivo castellano-manchego recordó que el sector del transporte supone el 6,7 por ciento del producto interior bruto (PIB) de Castilla-La Mancha y, en este sentido, consideró que «no es desdeñable su peso en la economía regional», ya que representa a 2.500 empresas que poseen una flota de más de 10.000 vehículos que «también tenemos que cuidar».