Hace unos días el consejero delegado de 'Puy du Fou' España, Erwan de la Villéon, lo dejaba bien claro respecto a la ubicación de una instalación fotovoltaica junto al parque temático: «Hemos ido buscando durante un año entero terrenos en Italia, Austria, en España más de 50, en Toledo muchísimos, y si no nos hemos instalado en un polígono industrial, que era mucho más fácil de conexiones, carreteras y fluidos, no es para que nuestro entorno pase a ser un polígono industrial». Y esa es la clave. Rápidamente la alcaldesa buscó la equidistancia, a la vez que se parapetaba en la singularidad paisajística y patrimonial de Toledo. Toledo, una de las ciudades que con más saña ha destruido y devorado su entorno, su patrimonio paisajístico, y que aún pelea por edificar la Vega Baja y a la que el Tribunal Supremo ha tenido que echar atrás un Plan de ordenación municipal que alicataba sin piedad ni pudor todas las riberas del Tajo.
El paisaje sigue siendo estorbo. El territorio sigue siendo suelo. Y la edificabilidad sigue mandando. En Castilla-La Mancha seguimos legislando como si todo el campo fuese orégano, es decir, para que en cada momento el mercado nos imponga lo que esté más de moda. Legislativa y políticamente sólo allanamos el camino a los negocios de turno. Si hace un par de décadas era el ladrillo, los PAUs, los parques eólicos, y después las macrogranjas, ahora vuelven los eólicos, además de la plaga de los parques solares. El paisaje es el activo más importante de Castilla-La Mancha. Pero de facto, es lo que se llevan las retroexcavadoras. Un costurón más. Poco importa dónde, por qué. El fin siempre ha justificado los medios, y ahora no va a ser menos.
Desconozco en qué punto de su tramitación se encuentran los tres proyectos más impactantes de parques solares en el entorno de Talavera. El primero es el que se quiere colocar en la falda del Berrocal, en el entorno de Las Córdobas y Santa Apolonia, que se lleva por delante un buen pedazo de dehesa y alcornocal maduro ('centenarios' según recoge el propio proyecto), en la falda del Bárrago. 49,36 hectáreas y 18 megavatios. Otro de ellos es el que se pretende ubicar en la finca El Cristo, enfrente de la desembocadura del Alberche, junto al propio Tajo. 66 hectáreas y 35 megavatios en una de las zonas que deberían contar con mayor nivel de protección del término municipal, en el entorno del LIC de las barrancas, y que constituye junto a la desembocadura del propio Alberche en la otra margen y hasta la del Sangrera aguas arriba, junto con el LIC, un espacio natural de primera magnitud. Y en tercer lugar, el que se quiere colocar casi encima del embalse de La Portiña, en la labranza de Miraflores, a caballo entre los términos de Pepino y Talavera. Una ubicación que otro de los proyectos (el primero que he indicado), descarta por el elevado impacto ambiental. Serán 16,5 hectáreas de una de las tres islas en las que se divide este proyecto.
Talavera de la Reina no es Toledo. Aquí hace demasiado tiempo que vale todo. Junto al cartón de piedra de 'Puy de Fou' no se ubicará un parque solar. Junto a las maravillas paisajísticas, naturales y culturales de Talavera de la Reina, lo más probable es que sí. Seguimos sin apreciar ni valorar lo nuestro. Seguimos en el bucle del abandono, del desprecio, de que la culpa es de los otros…Y somos los responsables por no defender lo nuestro. Otros tienen claro dónde y con qué se juegan los cuartos. Aquí, en Talavera, como a todos los trenes, llegaremos tarde y cuando no haya remedio.