Tras dos empates en dos jornadas, el balance del técnico del La Nueva Calle Cobisa FS, Quique Soto, es positivo. Sobre todo porque la pretemporada fue «rara» y porque a pocos días de comenzar se precipitaron ciertos acontecimientos, como la salida de Mario García, que, aun así, no amenazaron el equilibrio de la plantilla.

El entrenador está contento por el punto cosechado en Rivas a pesar de que cree que «debieron ser tres». De todos modos, pide un cambio de chip con respecto a temporadas anteriores. Soto piensa que se mantiene «un pensamiento de conformismo, como si fuéramos un club pequeño» y sostiene que es momento de «dar un paso al frente». Como argumentos, expone que hay «una plantilla muy equilibrada, con jugadores veteranos que han venido nuevos y con otros que ya estaban que tienen un año más de experiencia».

Insiste el entrenador que es algo que debe empezar a modificar, ya que «nos va a ir mejor», agrega. Es consciente de que el proceso llevará un tiempo, sobre todo porque el plante necesita juntarse y entenderse, pero, con el paso de las jornadas, el Cobisa Futsal tiene que ser un equipo que «tenga más peso y más control», insiste Quique Soto.

Desde luego que ahora mismo la ilusión es máxima, dentro de ese proceso de crecimiento que el conjunto toledano no solo está experimentando en el parqué sino también en los despachos. Probablemente, sigue diciendo, «a final de la campaña veremos ese club que queremos».

Por lo pronto, el La Nueva Calle Cobisa Futsal tiene que afrontar este domingo a las 12:00 horas la tercera jornada de la liga en el Grupo 4 de Segunda B. Será en el pabellón Municipal Jorge Garbajosa frente al Torrejón Sala Five Play. Otro rival aspirante a estar en la parte alta que viene de perder en El Balcón ante el otro representante toledano en la categoría, el Bargas Qualery. Soto tiene a todos sus efectivos disponibles menos Ángel Picó, que la semana pasada recibió la noticia de que sufre una rotura en el sóleo que le va a apartar de los terrenos de juego durante al menos dos meses.