Los agentes de los servicios de emergencias debieron de quedarse boquiabiertos cuando acudieron al aviso lanzado por conductores que alertaban de un accidente de tráfico de un automóvil, a la altura del kilómetro 84 de la A-5, en el término municipal de Santa Olalla. Por más vueltas que dieron, no localizaron a ningún ocupante. El coche estaba destrozado, pero no había nadie alrededor. Probablemente, resultara ileso (o ilesos) el ocupante y había puesto pies en polvorosa antes de la llegada del personal de auxilio.

El siniestro ocurrió el sábado hacia las 23:42 horas. El servicio de emergencias 112 Castilla-La Mancha envió al lugar a una patrulla de la Guardia Civil, una ambulancia de urgencias, a los bomberos del Consorcio Provincial y al personal de Obras Públicas. La salida de la vía había destrozado por completo el automóvil, pero no había ni rastro de los ocupantes.

Entonces, la Guardia civil abrió una investigación para localizar al propietario del coche siniestrado. Horas después, los agentes dieron con el dueño en su domicilio, ubicado en un municipio de la provincia de Toledo, y preguntaron por el siniestro.

Según informó a este diario la Benemérita, el hombre afirmó que no tenía conocimiento del accidente de tráfico y señaló que él no había utilizado este vehículo. En este sentido, tampoco consta una denuncia por sustracción del turismo, un monovolumen de una popular marca de coches.

De tal manera que los agentes de la Guardia Civil mantienen abierta la investigación para determinar las causas del accidente de tráfico ocurrido en el kilómetro 84 de la autovía A-5 e identificar a los posibles implicados en este siniestro misterioso.