Un enorme tilo en medio y una moderna estructura, un mirador hacia el sur del Casco histórico y la Vega Baja. Puede ser un nuevo icono referente, incluso turístico, un enorme mirador en el oeste del parque de la Vega, hacia la puesta de sol.

Este mirador es una de las novedades más destacadas del proyecto de remodelación de la Vega, presentado este viernes ante la sociedad toledana por Milagros Tolón. El proyecto, con un presupuesto de tres millones de euros financiados por la Unión Europea que ya están en el Ayuntamiento, saldrá en breve a licitación y después tendrá un plazo de ejecución de veinte meses. Se trata, ha explicado la alcaldesa, de «un proyecto hecho por toledanos que conocían el pulso de la ciudad y la historia de la Vega desde pequeños», donde además se ha tratado de consensuar con usuarios y empresarios del entorno. La idea es revitalizar el parque manteniendo su esencia histórica de lugar de encuentro.

Más allá del gran mirador, la Vega tendrá una renovación casi completa, tanto en sus zonas naturales muy perjudicadas por Filomena (se plantarán 158 árboles y 7.600 arbustos), como en las zonas infantiles, más ampliadas, el reparto de terrazas de hostelería por todo el parque, nueva iluminación o la mejora de las fuentes ornamentales. Incluso habrá una ampliación del aparcamiento en Cardenal Tavera, casi cuadruplicará las plazas. «Lo que queremos es recuperar su valor natural y su valor esencial como lugar de encuentro adaptado a todas las edades, a todas las necesidades, a todas las costumbres de los toledanos, para embellecer más el acceso a nuestro Casco», apuntó Tolón.

El mirador. Pero sin duda la gran novedad del proyecto es la construcción de un gran mirador en la zona de la rosaleda, la zona más dañada por el paso de Filomena, que la convirtió en un córner totalmente infrautilizado. El mirador, apuntó Tolón, estará totalmente integrado. Tendrá dos alturas, con una plataforma volada sobre el talud a la Reconquista.

Será una plataforma atravesada por un tilo, que generará en la esquina un nuevo punto de referencia. Desde allí se podrá observar la muralla desde Recareco a Bisagra y Vega Baja, punto de referencia para el turismo. El techo del mirador será de paneles composite triangulados a distintos niveles, con iluminación nocturna. Los pilares inclinados imitarán troncos de árbol. Todo el agua de lluvia se recogerá en la zona central del tilo, por la que chorreará en los días de lluvia.

Además, la fuente allí existente se renovará la iluminación y las toberas, como en las otras dos centrales. Aquí la novedad es que el agua se elevará entre quince y veinte metros. Las dos fuentes centrales se elevarán sobre su situación actual y el agua a su vez se elevará entre dos y cuatro metros. Todo estará iluminado con luces LED.