La provincia pierde el 49,4% de los viajeros en agosto

Marta García
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El sector sufre los graves efectos de la pandemia. Los residentes en España salvan el pasado mes con 59.476 pernoctaciones. Solo un 11,9% de los viajeros son extranjeros

El Casco Histórico se llenaba de turistas en los meses de otoño e invierno. - Foto: David Pérez

Hay cifras que asustan y no tienen una segunda lectura. España ha perdido 40 millones de turistas internacionales por efecto de la pandemia, un duro revés económico que ha puesto al límite a un sector turístico muy castigado que intenta remontar con promociones, turistas españoles y distintas campañas de marketing para aumentar las visitas y las pernoctaciones. Esta situación generalizada se repite en buena parte del país y la provincia de Toledo tampoco ha podido sortear el descalabro a pesar de que las cifras del mes de agosto ofrecen algo más de aliento que las de julio.

Según detalla la estadística sobre la coyuntura turística hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE) recién publicada,  el mes pasado el sector tuvo abiertos muchos más establecimientos que en julio y Toledo recibió 41.660 turistas a lo largo del mes, de los cuales el 11, 9% eran extranjeros, cuando en este periodo vacacional lo habitual es que ocupen más del 45% de las visitas turísticas que reciben las localidades y los diferentes entornos que ofrece la provincia desde hace años.

La pandemia del coronavirus ha herido de gravedad al turismo este año por las restricciones sanitarias, el miedo de la ciudadanía a los contagios y la crisis económica derivada de la falta de actividad durante el estado de alarma de esta primavera. Aun así, algunos datos dejan ver algo de claridad, ya que  Toledo recibió en agosto un 37,5% más de viajeros que en julio, pero claramente las cifras son insuficientes para un sector que no ha hecho su agosto el mes pasado, un periodo que suele beneficiar con bastante ventaja a los destinos turísticos de costa fundamentalmente.

Este verano agónico desde el punto de vista turístico ha ofrecido porcentajes inimaginables en una situación normal en relación a las pernoctaciones en establecimientos hoteleros. Se trata de una estadística muy sensible porque es necesario tener en cuenta que aún hay establecimientos cerrados y acogidos al ERTE del Gobierno, con lo que la oferta se reduce. Agosto ha cerrado su balance con 66.639 pernoctaciones en Toledo, 17.417 más que en julio. Una rápida disección de los datos confirma que el sostén del sector económico procede del turismo del país, ya que únicamente se han registrado 7.163 pernoctaciones de visitantes extranjeros, una caída del 486% respecto a agosto de 2019, que contabilizó 41.979 pernoctaciones de extranjeros en la provincia.

En este caso, el INE también ofrece una lectura algo más amable de la ocupación de establecimientos hoteleros para Toledo, a pesar de que ha sufrido una bajada del 43,9% de las pernoctaciones respecto a agosto de 2019, porque se encuentra a bastante distancia de la caída general del sector, ya que la media nacional refleja una rebaja del 64,3% respecto a agosto del año anterior.

El grado de ocupación fue del 32,4% habitualmente en agosto y subió hasta el 37,7% los fines de semana. El porcentaje es visiblemente superior al arrojado en julio, con un grado de ocupación del 26,5% a diario y del 33,1% sábados y domingos.

El análisis de julio y agosto permite afirmar que el turismo está intentando asomarse de nuevo, pero no ha podido remontar lo suficiente este verano, ya que en el mes de julio, con 12.068 establecimientos hoteleros abiertos, un 29,5% menos que en circunstancias normales, las pernoctaciones disminuyeron un 53,7% en la provincia.

más cifras. Los establecimientos hoteleros se han ido adaptando a la nueva normalidad y en agosto  se mantuvieron abiertos 139 en la provincia, nueve más que en julio, aún así, todavía se mantienen cerrados una treintena esperando a que la situación mejore, sobre todo, aquellos que están destinados a congresos y turismo extranjero.

Por otro lado, el ERTE habilitado a raíz de la pandemia, que caduca el 30 de septiembre, continua cubriendo a buena parte de la plantilla de estos establecimientos, ya que en agosto hubo 537 empleados en activo, 72 más que en julio, unas cifras bastante pobres si se tiene en cuenta que la plantilla habitual de estos meses suele oscilar entre los 900 y los 1.000 empleados.