'Nordic noir' con un toque americano

Chus Piazuelo
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La serie 'Wisting' se ha convertido en todo un fenómeno televisivo gracias a una trama enrevesada y ágil y al trabajo de los actores

Un policía noruego, ya de cierta edad, William Wisting (Sven Nordin), se enfrenta al caso más desafiante y sorprendente de su carrera: la búsqueda de un asesino en serie estadounidense que está matando en su país. La agente del FBI Maggie Griffin (Carrie-Anne Moss) y su ayudante, John Bantham (Richie Campbell), son enviados para colaborar con él y su equipo para detener a un criminal que ha eludido a la Justicia del país norteamericano. Así arranca Wisting, una serie del llamado nordic noir (género negro de los países nórdicos) que se puede disfrutar en el canal ACM y la plataforma Movistar +.

Este thriller policiaco es la producción noruega más cara de la historia de la televisión de este país y se inspira en la tetralogía de novelas de Jørn Lier Horst.

Y es que hay muchas tramas y subtramas. De hecho, Line (Thea Green Lundberg), la hija periodista de Wisting, que busca la exclusiva de su vida, se cruza en el camino de su padre... y del asesino.

La chica juega un papel importante. A pesar de que su progenitor le insiste en que no debe jugar a ser policía (que era su sueño pero no pudo), se mete demasiado en el caso con los peligros que conlleva y su pérdida de credibilidad como reportera.

A esto hay que añadir que la comisaría en la que trabaja el protagonista es un compendio de personajes extraños que al final entre todos hace algo parecido a un equipo. Cada uno de ellos tiene sus demonios internos. No se puede decir que todos sean trigo limpio. Y evitar el típico maniqueísmo siempre se agradece.

Hay un dato a tener muy en cuenta en Wisting. La actriz Carrie-Anne Moss, que saltó a la fama gracias a la saga Matrix (en la controvertida cuarta entrega tiene un papel más destacado que nunca), es un plus en esta producción nórdica, lo que le otorga sin duda una importante proyección internacional.

La combinación de Policía noruega y FBI logra una mezcla muy interesante, sin llegar a ser explosiva. La intérprete canadiense firma un gran trabajo y le da solidez a la trama.

Carrie-Anne Moss se está reinventando con papeles muy bien adaptados a ella. La vimos también en Jessica Jones, de Marvel, una serie mediocre, pero no fue por su culpa desde luego.

Y es que llena la pantalla y da credibilidad e importancia a su personaje. La personalidad de Maggie es, sencillamente, arrolladora, el mejor contrapunto al agente noruego. Un lujo.

Es muy posible que más de un espectador se acuerde de la soberbia serie Fargo. En la versión a la gran pantalla (mejor aún que lo que se vio en televisión), Frances McDormand lo bordaba y seguro que sirvió de inspiración a la inolvidable Trinity de Matrix. El crítico Tom Stalsberg calificó hace poco de «excelente» Wisting, comparándola con Fargo, aunque «con un toque sedoso y ambientada en el precioso pueblo de Larvik en Oslo». Con eso está dicho todo.

 

Vuelta de guion

Pero hay más en la serie. Y es que las sorpresas se suceden, y cuando el caso parece ya resuelto, se hace un estremecedor descubrimiento que implica al protagonista, pasando de héroe a villano en poco tiempo. Las dudas surgen con una vuelta de guion que solo los maestros del género nordic noir son capaces de materializar.  

 

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