Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


De la transformación digital de las empresas…

17/03/2022

Quizá pueda ser que el mundo está en constante cambio y como sistema complejo busca, a su modo, alcanzar un cierto orden, a la manera de las estructuras disipativas del nobel Ilya Prigogine. Tal vez por eso, nos resulta cotidiano vivir haciendo frente a bretes y trances de la más variada naturaleza y desenvolvernos en procesos de conversión, renovación y evolución permanente. Nos aguardan crisis políticas, crisis financieras, crisis sanitarias, crisis climáticas, crisis sociales o crisis económicas y nos preparamos para superarlas con fórmulas de transición política, transformación agroecológica, transición energética, transición social o transformación digital.
Esta última, el cambio ligado a la aplicación de tecnologías digitales tiene un indudable y principal efecto sobre la economía, lo que se deduce del hecho de que la mayoría de las empresas españolas las empleen sin más para reducir costes. Este y otros muchos datos interesantes se recogen en la publicación 'Uso de tecnologías digitales por empresas en España' del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Entre las tecnologías digitales emergentes aplicadas en España por las empresas en 2021, están mucho más difundidas la firma electrónica, los medios sociales, el intercambio de datos dentro de la compañía para la planificación de sus recursos (ERP) y el intercambio de datos con proveedores y clientes (CRM), aunque no llegan al 60% en ningún caso. Mucho menos extendidas están la computación en la nube (32%), el Internet de las cosas (28%), el Big Data (11%) y la Inteligencia Artificial IA con un incipiente 8% que, además, varía en función del tamaño de la empresa y su actividad.
A pesar de ello, precisamente, en la IA se confía el mayor impulso del crecimiento económico, puesto que su dinamismo tecnológico permite innovaciones en prácticamente todos los sectores económicos. Las aplicaciones más utilizadas se emplean para reconocer y procesar imágenes, para automatizar flujos de trabajo o toma de decisiones, para el reconocimiento de voz, para el aprendizaje automático o machine learning, para generar lenguaje hablado o escrito, para el movimiento autónomo de robots, vehículos o drones. Se usan en la producción para el mantenimiento predictivo de las instalaciones, para clasificar mercancías, para detectar defectos en los productos mediante visión artificial, para monitorizar procesos, para la vigilancia del proceso. En ventas sirven para procesar lenguaje natural para atender al cliente, para optimizar precios o para el análisis de mercado. También para la seguridad con reconocimiento facial de usuarios o la prevención de ciberataques mediante el aprendizaje automático. Así como, en la logística, automatizando almacenes, optimizando rutas, robotizando la clasificación, distribución, envío y rastreo de paquetes.
La mayoría de las empresas confiesan falta de conocimiento y excesivo coste. En definitiva, lejos tanto de la meta de la 'Agenda Digital para Europa' para alcanzar, en 2030, que el 75% de las empresas utilicen estas tecnologías como de la estrategia 'España Digital 2025' que pretende que estén adoptadas por el 25% de las empresas en 2025.