El 33,4% de las muertes ocurridas en la provincia de Toledo desde el pasado mes de marzo tiene como causa cierta el coronavirus o hay sospecha del que nuevo patógeno es el responsable último del fallecimiento. Así se desprende de los datos de licencias de enterramiento entre los meses de marzo y septiembre que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha hecho público hoy. El porcentaje registrado en el conjunto de Castilla-La Mancha sube al 40,6%, es decir, siete puntos por encima de la cifra registrada en Toledo. En el conjunto de la región han muerto 14.259 personas entre marzo y septiembre. De ellas, 5.784 lo han hecho por coronavirus.
En los primeros siete meses de pandemia, en la provincia de Toledo se certificaron 4.090 fallecimientos. De ellos 1.370 tiene como causa real o probable el coronavirus. Las cifras oficiales ofrecidas por Sanidad situaban los decesos provocados por coronavirus en 815 desde que comenzó la pandemia. Por tanto, el desfase es de 555. De hecho, sólo en agosto, las estadísticas oficiales sólo registran dos muertes por Covid en la provincia. El TSJ eleva las muertes asociadas al nuevo virus en 33.
Por lo que se refiere a la letalidad, abril fue el mes más negro. En el pico de la primera ola de la pandemia, 1.114 toledanos perdieron de la vida. De ellos, 685 fallecieron por las complicaciones provocadas por el coronavirus. Es decir, el nuevo patógeno estaba asociado al 61,49% de los fallecimientos ocurridos en el cuarto mes del año.
A partir de ahí, la curva empezó a descender de forma significativa. De hecho en mayo se produjeron 145 óbitos Covid, lo que representa una caída del 78,83% con respecto a abril. En los meses siguientes, la mortalidad siguió descendiendo. En junio fueron 30 las muertes vinculadas al virus y 17 en julio. A partir de ahí, los decesos volvieron a subir coincidiendo con la generalización de los primeros brotes que han dado lugar a la segunda ola que ya estamos padeciendo. Así, en agosto el registro civil de Toledo emitió 33 licencias de enterramiento vinculadas a fallecimientos en cuyo certificado de defunción se apunta al coronavirus como causa cierta o probable del deceso y en septiembre la cifra se situó en 109, es decir, cerca de los nivele de mayo.