El volumen de los depósitos supera al de los créditos

Á. de la Paz
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Las entidades bancarias acumulan más de 12.800 millones de euros del ahorro del sector público y privado toledano. El total pendiente de devolución cae hasta los 12.000 millones

El volumen de los depósitos supera al de los créditos - Foto: Ví­ctor Ballesteros

Las cifras publicadas por el Banco de España correspondientes a diciembre de 2018 ratifican el desapalancamiento de los toledanos. La cuantía de los créditos solicitados por particulares y administraciones públicas a las entidades financieras alcanzó los 12.001 millones de euros. El tamaño de los depósitos rebasó esa cifra en algo más de 800 millones: el ahorro de la provincia que descansa en las oficinas bancarias asciende hasta los 12.849 millones. El saldo positivo que certifica el Banco de España en su boletín estadístico contrasta con el dato de 2017, cuando el balance permanecía en rojo.

La tendencia negativa registrada al final del ejercicio de 2017 se invirtió durante el año posterior. El montante total del crédito alcanzaba entonces los 12.546 millones de euros, mientras que la cuantía del ahorro se quedaba en 12.536 millones. El cambio registrado en los últimos doce meses parte tanto de la subida en el volumen total de los depósitos como de la caída del montante adeudado. En los sectores residentes, un conjunto que incluye a las personas físicas y jurídicas, el dinero pendiente de devolución minora desde los 11.012 millones de 2017 hasta los 10.938 del ejercicio posterior. En ese apartado, destaca la reducción en el crédito solicitado por las administraciones públicas. En el ámbito institucional, el total de dinero requerido y aún a la espera de ser reembolsado pasó de 1.534 millones a 1.063.

La reducción total en este capítulo fue de 545 millones de euros en un año, una cifra significativa que evidencia la disminución progresiva de la deuda y especialmente notable dentro del entramado administrativo, que asumió buena parte de la misma.

En el lado del ahorro también se contabilizó un avance positivo para el balance de la contabilidad general de la provincia que reposa en las cajas fuertes de los bancos. Los depósitos se expandieron 493 millones de euros a lo largo de este periodo. La aportación más nutrida a este grupo llegó de las provisiones de particulares y sociedades, que guardaron 447 millones. Las administraciones públicas, por su parte, incorporaron a sus depósitos 46 millones.

La fortaleza de los depósitos apunta hacia una mayor capacidad de los toledanos para destinar una parte de sus recursos al ahorro. La recuperación en el mercado laboral y el desendeudamiento progresivo facilitan esta posibilidad. Sin embargo, el aumento notable en esta apartado también parece señalar el temor de los agentes económicos privados por el futuro inmediato. La apuesta en favor de estas actitudes consagra a los depósitos como una fórmula segura para conservar el dinero en detrimento de la inversión. Los productos financieros dedicados a la custodia y remuneración del dinero sobrante ofrecen, desde hace algunos años, una escasa rentabilidad. La política de tipos de interés bajos que tratan de incentivar el consumo lastran este tipo de productos. Sin embargo, y pese al pobre plus que anuncian, han crecido en la provincia de Toledo.

La diferencia entre los denominados sectores residentes entre depósitos y créditos es favorable al ahorro en 1.890 millones de euros. El sector público, por su parte, acumula un déficit de 402 millones, siendo mayor la cantidad de crédito solicitado por las administraciones que su patrimonio guardado.