Editorial

Travase en tiempos de estado de alarma

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La pandemia del coronavirus ha parado casi todo, pero no el trasvase. Esta semana que hoy termina se aprobaba una nueva derivación al Levante, que irá al máximo permitido, apurando como suele ser habitual las normas hasta estirarlas al máximo. El trasvase aprobado en el mes de marzo ascenderá a 38 hectómetros cúbicos en lugar de los 20 de meses anteriores, aprovechando el resquicio de que se superan apenas las reservas para que los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, se sitúen, por muy poco en el nivel 2 de reservas.

Con el país paralizado por el estado de alarma y a dos días de que finalizara el mes de marzo, la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura ha consumado un mes más el asalto a los embalses de cabecera y, por añadidura, a todo el cauce del río, con especial repercusión sobre el maltratado tramo medio del cauce que atraviesa las ciudades de Aranjuez, Toledo y Talavera. 

Mientras en estos municipios se sigue esperando a que el Ministerio dé cumplimiento a las reiteradas sentencias que obligan a garantizar un caudal ecológico en estos tres municipios y aplaza la decisión a la próxima planificación hidrológica de la cuenca, cuya elaboración acaba apenas de comenzar.

De la cabecera se acaban de restar además los 66,6 hectómetros cúbicos de agua que se han acumulado en los últimos meses por la aprobación de los sucesivos trasvases que, sin embargo, no se han podido enviar por las obras de reparación que ha habido que ejecutar en el canal, a consecuencia además de los desperfectos ocasionados por las grandes lluvias caídas en algunas zonas del Levante. Eso ha dejado los embalses alcarreños apenas cuatro hectómetros por encima del umbral que permite una derivación que prácticamente se duplica, con respecto al nivel inferior. 

Temen los ribereños que en este mes de abril se vuelva a repetir la misma historia, ya que la fecha que se toma como referencia para los trasvases es la del día uno de los mes. Se daría así la paradoja de que Entrepeñas y Buendía regresarían, muy probablemente, al nivel 2, a base de las derivaciones que viene autorizando el Ministerio.

No deja de ser llamativo que en pleno estado de alarma, cuando buena parte de las decisiones burocráticas y políticas habituales han quedado en suspenso, la Comisión de Explotación del trasvase mantenga su actividad, yendo además al límite de los caudales a derivar. Ni siquiera la pandemia que está asolando España permite restaurar las fuerzas de la naturaleza en un cauce que precisa de un descanso y de un nuevo planteamiento. Defenderlo en el nuevo ciclo de planificación es una obligación inaplazable para los ribereños del Tajo, que son muchos en Castilla-La Mancha.