El Cristo de la Humildad salva la salida

A.D.M.
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Fueron necesarios solo unos minutos para desafiar la encapotada noche de los alrededores de San Juan de los Reyes

El Cristo de la Humildad salva la salida

A pesar de los malos pronósticos meteorológicos, el Cristo de la Humildad salió prácticamente a su hora desde San Juan de los Reyes. Hubo mucha expectación, al menos similar a la de otros años, repartida frente a la lonja del monasterio (desde donde con esfuerzo salió el paso) y por las calles aledañas. Tras superar la cuesta inicial, el paso del imaginero Darío Fernández, con el esfuerzo de sus 28 cargadores, enfiló su recorrido habitual por la calle Reyes Católicos. Al son de las marchas penitenciales de la agrupación Nuestro Padre Jesús Redentor, de Moral de Calatrava (Ciudad Real), la procesión subió por la calle Ángel y, al llegar a Santo Tomé, hizo una parada para saludar a las monjas franciscanas del convento de San Antonio.

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad es una de las hermandades más antiguas de las que participan en las procesiones de Semana Santa. Está documentado allá por 1593 que salía en procesión el Viernes Santo por la tarde desde la iglesia de San Nicolás, llegando a la Catedral Primada para finalizar en el convento de la Concepción, donde tuvo su sede canónica después de estar instalada en la ermita de la Cruz.
En 1598 la Cofradía mudó su sede a San Juan de los Reyes, pues en mayo de ese año salió en procesión de rogativas a la Catedral para pedir por la salud del rey Felipe. Continuó saliendo el Viernes Santo del monasterio franciscano hasta 1660 y, al año siguiente, comenzó a desfilar el Miércoles Santo. La devastación sembrada por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia motivó que la procesión no volviese a salir. Refundada la Cofradía por un grupo de católicos de diferentes cofradías, el 22 de mayo de 2006, fueron aprobados sus estatutos y el 19 de marzo de 2008, el Santísimo Cristo de la Humildad volvió a recorrer las calles de la Judería.