«España necesita medidas, pero toma justo las contrarias»

J.S.
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El nuevo presidente de Fedeto, Javier de Antonio Arribas, asegura que la «situación es crítica y parece que tiende a empeorar». Apuesta por bajar los impuestos y modificar el sistema de pensiones para hacerlo eficiente»

Javier de Antonio Arribas ha sido elegido hoy nuevo presidente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto).

«La situación es crítica y parece que tiende a empeorar». Este es el escenario económico que define el nuevo presidente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), Javier de Antonio, que considera que la economía española afronta un futuro con «demasiadas incertidumbres» debido a una «pandemia que nos ha arrebatado a muchas personas y ha dejado una economía muy dañada y a una inflación muy severa que padecemos desde finales de 2021 y que se ha visto agravada» por la invasión de Ucrania.

«La inflación es el principal enemigo del empleo, del ahorro y de la inversión», aseguraba el nuevo presidente de Fedeto en su primera intervención ante la Asamblea General de la patronal toledana, que recordaba que, ante este escenario inflacionista, el Gobierno de España ha planteado ya negociar Pactos de Rentas con los agentes sociales. «Algo que parece que está pasando desapercibido, pero que sólo se ha utilizado en periodos inflacionistas muy graves, en concreto en 1977, con los Pactos de la Moncloa, y en los años ochenta», señaló.

En su opinión, el problema de España es que no «aprende nada de las crisis» ya que siempre adopta las medidas opuestas a las necesarias. «Resulta paradójico comprobar que España necesita una serie de medidas, pero adopta justo las contrarias», aseguró.

 En este sentido, lamentó que ante un escenario inflacionista «nos encontremos con unos Presupuestos Generales del Estado que proponen subidas de impuestos y cotizaciones sociales. Se trata de una medida contracíclica, desde el punto de vista económico, y un lastre para la competitividad de las empresas».

El nuevo presidente de Fedeto, que se mostró molesto con la imagen que se transmite de los empresarios españoles que se han convertido «en la diana perfecta para los reproches sociales y económicos», quiso dejar claro que «no son los culpables de la situación».

«Tal vez los culpables sean esos que señalan a los empresarios, para seguir con los mismos mensajes, las mismas propuestas, los mismos anuncios y, lo que es peor, adoptando las mismas medidas», afirmó Javier de Antonio, que puso hasta cinco ejemplos que «nos restan capacidad y agilidad para superar esta situación a tiempo.

«Contamos con una reforma laboral que no se adapta a los tiempos que vivimos ni al mercado global en el que competimos», afirmó el presidente de la Patronal Toledana, que también arremetió contra la subida del Salario Mínimo Interprofesional porque «su objetivo real es subir las cuotas de la Seguridad Social porque no podemos pagar las pensiones».

Asimismo, lamentó que España cuente con un «sistema de pensiones que nadie es capaz de reformar para convertirlo en un sistema eficiente», con unos Presupuestos Generales del Estado que son «contracíclicos porque suben los impuestos a las empresas hasta rozar lo confiscatorio» y con un sistema energético «mal diseñado, que es ineficiente y nos convierte en un país dependiente del exterior».

Pero más allá de detectar los problemas que lastran la economía española Javier de Antonio ofreció recetas para salir cuanto antes de la crisis. «Deberíamos modernizar nuestro mercado laboral para crear más empleo y tener más cotizantes, pero no lo hacemos porque ciertos dogmas políticos lo impiden; deberíamos bajar los impuestos para dotar de competitividad a la empresa, pero no lo hacemos porque mantenemos un gasto, un déficit y una deuda pública que nos negamos a racionalizar y deberíamos tener un pool energético adaptado a nuestras necesidades para no ser tan extremadamente dependientes del exterior, pero no lo hacemos porque un acuerdo para consensuar políticas energéticas parece que es imposible», concluyó.

Asimismo, el nuevo presidente de Fedeto aseguraba que España no se puede seguir permitiendo el lujo de «mantener una legislación contraria a las necesidades que demanda la competitividad del mundo global» ni seguir afrontado los problemas «a golpe de presión fiscal». «Y como tampoco podemos seguir manteniendo una administración pública estática e incapaz de cambiar, para modernizarse más allá de la obligada digitalización», aseveró.