Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Peligro nuclear

22/03/2022

Más que agónico, es una tortura inhumana vivir bajo  la constante amenaza de un desastre nuclear; sentir que la vida ni vale nada ni depende de ti, que hay una amenaza pavorosa que podría acabar con todo –y todo es todo- sin que tengas la menor opción para variar absolutamente nada; semejante factor espantoso fue responsable de crear toda una literatura, unas corrientes artísticas, una cultura y escribo cultura con toda la carga que tiene la palabra, aunque en la actualidad  esté desacreditada y se emplee de  forma frívola y desprovista de su verdadero significado y de su grandeza ya que es frecuente escuchar y leer sobre 'la cultura de los ajos', 'la cultura del penalti a lo Panenka', 'la cultura del punk' la cultura del rock  y barbaridades semejantes aunque no voy a tratar de eso, de lo que quiero escribir es que la vida bajo tan espantosa e insoportable amenaza modifica y crea un bagaje terrible y si alguien lo duda que consulte la literatura, el arte, el teatro, el cine y toda la producción cultural de los años sesenta cuando esta descalabrada y miserable raza humana empezó a vivir de prestado con la apocalíptica amenaza de desaparecer en un conflicto nuclear sin comerlo ni beberlo; a las  que se llamaron potencias atómicas, Estados Unidos y Unión Soviética se fueron añadiendo  países: mucho más pobres o menos poderosos militarmente como Francia, Reino Unido, China, India y naciones de menos influencia que aunque no pudieran comer presumían de sus armas atómicas como el caso delirante de India.
Lo cierto es que hacía un trabajito sobre la cultura talaverana de los sesenta  en el archivo municipal y al llegar al volumen de 1962 me encontré con una avalancha de  artículos y opiniones sobre lo que debió ser, fue de hecho, una crisis mundial, tal vez la primera conocida en la que la Humanidad estuvo al borde de una verdadera tercera guerra mundial 'La crisis de los misiles' cuando la Unión Soviética y Estados Unidos casi llegaron a las manos nucleares por un quítame allá esos misiles de Cuba. Y así hemos llegado al momento actual cuando  todos los esfuerzos que dicen que se ha hecho –dicen-, nos han vuelto a acongojar con la amenaza nuclear. Ocurre que hoy quienes están al frente de las ojivas nucleares no son ni Kennedy ni  Jrushchov si no un tipo despreciable con una cara inmutable de verdadero granito,  Putin/Putón rabioso nacionalista ruso que confirma plenamente la famosa frase de Samuel Johnson  que asegura que el  nacionalismo es el último refugio de los canallas algo que visto lo visto no puede ser más certero.