Cuando la radio de mis padres se encendía, su óculo luminoso me invitaba a dar la vuelta al mundo de emisora en emisora: Radio Montecarlo, Radio Berlín, Radio Andorra, Radio Tánger,… Si este aparato, hoy silente junto a los libros del cuarto donde escribo, volviera a conectarse, oiría hablar de Evita Perón, de Bahamontes, de Luis Miguel Dominguín o de Piru Gaínza. Juanito Valderrama cantaría 'El emigrante' y Antonio Machín entonaría a su madrecita, del alma querida, que en su pecho llevaba una flor sin importar el color que tuviera. Luego, a la hora de la novela, Matilde Conesa, Pedro Pablo Ayuso o Juana Ginzo llenarían la tarde de desamores, traiciones o tempestuosos engaños familiares. Y llegado el 'parte', repicaría la cantinela esa de 'Gibraltar español'.
En aquella España de la autarquía franquista, los seriales marcaron una etapa dorada para nuestra radiodifusión. Protagonista destacada de ellos fue la escritora Luisa Alberca Lorente, quien junto a Guillermo Sautier Casaseca, firmaron los folletines más populares de entonces. Sin embargo, pese a ser figura esencial de nuestro radioteatro, la historia fue esquiva con ella. Mientras él recibió toda clase de premios y distinciones, Luisa quedó relegada en los repliegues del olvido, pese a ser autora de casi un centenar de obras, algunas adaptadas al cine y al teatro, o ser finalista del premio Nadal con su novela 'Patricia Rilton'.
Descubrí a Luisa hace unos años, leyendo un trabajo sobre escritoras de cine. Sorprendido por no conocerla, siendo ambos de Alcázar de San Juan, comencé a interesarme por ella y en 2017 publiqué el libro 'Luisa Alberca, reina de los seriales en la radio de los 50'. Desde entonces no han cesado los reconocimientos a su persona, entre ellos un premio de periodismo por la igualdad de género creado con su nombre por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Ahora, la ONCE, dentro de la serie 'Con letra de mujer' le dedica su cupón del próximo sábado. Me alegra mucho este nuevo homenaje, tanto por mi contribución a recuperarla, como porque ayuda a corregir invisibilidades a las que tantas mujeres como Luisa se vieron confinadas por su condición femenina. Dicho esto, y guardados ya unos cupones para este sorteo semanal del 'sueldazo' bajo mi vieja radio familiar, cruzo los dedos y espero que la suerte no sea esquiva.