Otra legislatura fallida y elecciones de nuevo, ¿cómo afronta el PP esta la cita del 10 de noviembre?

Con mucha ilusión. Estos cinco meses hemos hecho un trabajo intenso en el Senado y en Congreso, hemos llevado la voz cantante siendo el partido con más iniciativas de calado y el que ha realizado más preguntas. Estamos rodados para trabajar.

Pedro Sánchez ha sido incapaz de formar gobierno con quienes han apoyado su moción de censura contra Mariano Rajoy, habrá que analizarlo en los libros de historia, y nos aboca a unas elecciones que el ciudadano de a pie no entiende.

Según las encuestas, aunque el PP mejore, la situación general será parecida con una multitud de minorías parlamentarias.

La tendencia real y objetiva es que la actitud del PP para sumar a todos los que quieran hacer política seria con Casado al frente está dando resultados. Hemos abierto el partido a todos -de centro, centro-derecha, de todos los sectores económicos y sociales- para sacar este país adelante. Se acerca una recesión, ya estamos en ella, y hay que poner soluciones para que sea lo menos gravosa para los ciudadanos. En el PP estamos capacitados para pactar y para gobernar, lo hemos demostrado.

Se ven con capacidad para ser la primera fuerza política, ¿con mayoría absoluta?

Hay que dejar las mayorías absolutas para más adelante pero podemos dar el paso adelante para ser la fuerza más votada.

¿El proyecto ‘España Suma’ se intentó aquí?

Mi presidente regional, Paco Núñez,  ha intentado hasta el último momento ofertar ‘Castilla-La Mancha Suma’ para ir todos de la mano. Es un error de Ciudadanos y de VOX no haber querido la coalición cuando lo fundamental es formar Gobierno.

¿La oferta de pacto preelectoral significa que se abre paso una nueva mentalidad política?

Totalmente. Hemos puesto sobre la mesa, antes de las elecciones, la unidad de los partidos constitucionalistas de centro-derecha. Otros que van de bandazo en bandazo, como Ciudadanos, lo ofrecen a posteriori y en Castilla-La Mancha han apoyado al PSOE y en otros sitios al PP… Hay que poner las cartas sobre la mesa al principio.

La campaña es corta y los plazos corren.

Nuestra campaña será de cercanía. Vamos a hablar con la gente para hacerles ver a todos los que creen en una España fuerte y solida, sean de centro, de derecha o de moderados de izquierda, que les ofrecemos ir de la mano. Estoy muy ilusionado con la candidatura del Senado porque si nos apoyan podremos hacer ese trabajo por Toledo y por Castilla-La Mancha.

¿Se pueden beneficiar de que VOX solo presente un candidato?

Lo que yo pido a quienes creen en un proyecto de centro-derecha es que voten al PP porque si hay una victoria dará un Gobierno solido o, si no, permitirá una oposición fuerte. Si dividimos el voto ninguno tendremos la fuerza en el Senado para enfrentarnos al PSOE y todos los socios, muchos de ellos separatistas.

Dice que vamos camino de una recesión, ¿la economía va a ser decisiva en estas elecciones?

Si a este inicio de recesión no se le pone remedio ocurrirá lo mismo que con Zapatero, que se dijo que España iba a toda vela... pero fue para naufragar y hundirse. Hay que trabajar para que la economía no se derrumbe, de eso dependen el trabajo y las pensiones de muchas personas. Sánchez hace brindis al sol anunciando subidas pero se olvida de lo importante que es apuntalar la economía que da los impuestos para pagar las pensiones. Hay que garantizar que las pymes no se derrumben. La economía en este momento es importante porque va a afectar al bolsillo de todos los ciudadanos y tenemos que actuar para que no se les vacíen.

El empleo continúa siendo una de las mayores preocupaciones de los españoles. ¿Qué propone el PP?

En este momento se crea empleo pero a un ritmo mucho menor que hace una década y lo que se crea es por la vendimia y por el empleo estatal de las zonas rurales favorecidas. Todo es sector agrario pero estacional. Después vendrán los planes de empleo que son más de lo mismo: estacional y temporal. Pero no se crea empleo estable y nosotros queremos fórmulas para un empleo indefinido que sea seguro.

¿Cómo se hace eso?

Apoyando a los autónomos, a las pymes, subvencionando los primeros tramos… Hay formulas pero hay que remangarse para hacerlo. El PP es partidario de menos impuestos para acercarnos a Madrid en la comparativa y poder competir. Si pagamos más la gente se va a Madrid, que está muy cerca. Hay que gestionar para que crear empleo sea atractivo en Castilla-La Mancha, para que los autónomos puedan contratar una segunda persona o una tercera.

Ahora el gran filón es el turismo que sigue llegando en masa. ¿Puede dar más de sí?

Puede pero no se ponen medidas. El turismo interior es una fórmula para fijar población en localidades pequeñas con negocios como casas rurales. Castilla-La Mancha es rica por historia, por gastronomía, por patrimonio, por fiestas y tradiciones y debemos hacer una política global para incentivar el turismo rural de lo que es único en cada pueblo.

¿Quién debe tomar esa responsabilidad?

Una de las iniciativas más interesantes que intentamos empujar es el real camino de Guadalupe, que hace trescientos años era más importante que el de Santiago. La idea es fijar población en el recorrido con los albergues, fondas, etc., necesarios para dar servicio a los peregrinos. Ahí los ayuntamientos tienen que dar el do pecho pero el Estado y la Junta tienen que ayudar.

Toledo también es provincia agraria. ¿Qué propone el PP para el mundo rural?

Para nosotros el campo es un eje fundamental de la economía, el programa nacional del PP tiene un apoyo especial al sector primario, nuestro presidente regional se ha reunido con agricultores y ganaderos para conocer los problemas y abordarlos. Propuso una dirección general de ganadería que no existe.

En muchos pueblos la economía depende de sus cooperativas, por tanto son imprescindibles para fijar la población y que los jóvenes no emigren. El sector primario es fundamental en Toledo, tenemos cooperativas muy importantes de aceite y de vino. En Talavera el sector lácteo es potente y tiene el mismo problema que los productores de aceite con los precios.

Que los pueblos tengan servicios adecuados depende de la buena relación y coordinación de las administraciones. ¿Las siglas políticas distintas interfieren?

Hay que mejorar la coordinación pero también hay que ser consecuentes con lo que se hace. Ahora mismo el Gobierno de Castilla-La Mancha hace obras arbitrarias. Hace poco estuve visitando Almendral de la Cañada donde han arreglado una parte de la carretera pero el enlace que va a la Iglesuela lo han dejado sin tocar. Favorecen al de su partido y olvidan al resto. Esto debe evitarse porque crea indefensión en el ciudadano.

Y mal humor.

Claro que sí.

¿Qué sabe de proyectos sobre los que ha planteado preguntas en el Senado: trenes de Talavera (AVE y convencional) y A-40 Toledo-Ocaña?

Siendo aún delegado del Gobierno asistí a reuniones en Madrid, en alguna estuvo Milagros Tolón, la alcaldesa de Toledo, en las que nos mostraron un anteproyecto del estudio informativo del AVE. Tenían que haberse hecho en 2017 y vamos acumulando retrasos. La A-40 está en fase de elegir trazado y hace un año que debía estar sobre la mesa, pero tampoco está.

Como delegado yo iba mucho a Madrid a dar la lata no solo para la zona de Talavera, que necesita todas las inversiones posibles. El AVE y también reestructurar la línea convencional; en Toledo la A-40 hasta Ocaña es muy necesaria como también la autovía a Ciudad Real. También trabajamos mucho por las infraestructuras para La Sagra que está congestionada. La A-42 está saturada de atascos.

¿Se ha estudiado abrir la AP-41?

Se dice pero no lo vemos. Tenemos que luchar mucho por estos proyectos para que la provincia sea competitiva.

¿Los presupuestos prorrogados condicionan estas inversiones?

Vivimos con el presupuesto de Montoro que fue rechazado por Sánchez alegando que ‘eran antitodo’. La prorroga es un factor que juega en contra y es importante que se vayan renovando las cuentas adaptadas a las nuevas realidades. De hecho del presupuesto original para la zona de Talavera se ha desviado dinero a otras regiones de España, por ejemplo a Cataluña.

Otro asunto pendiente desde hace décadas es el Tajo. El PP es el único no se apunta a la corriente que pide el cierre del trasvase.

Dos partes, la primera regional, Paco Núñez ofreció al presidente García-Page reunirse para hacer un frente común del agua que tuviera fuerza y, segunda a nivel nacional, vamos a seguir defendiendo el plan hidrológico, es decir, que haya un pacto nacional del agua y que no ocurra lo que pasa con el Tajo.

A mí lo que no me parece bien es lo que vi en el inicio del curso universitario, que mientras Milagros Tolón y Martínez Guijarro (vicepresidente de la Junta) alababan la lección magistral que se dio en defensa del Tajo el Gobierno socialista estaba aprobando un nuevo trasvase. A nosotros se nos critica pero la realidad es que ellos no dicen la verdad.

¿Veremos alguna vez un acuerdo unánime sobre el agua?

El agua en España, con el tiempo, va a ser uno de los temas más serios y nosotros queremos sentarnos con todos y ver todas las posibilidades.