Cambio en el banquillo
Fue el primero y quizás el más vinculante. Cambiar el método de trabajo era fundamental para despertar al equipo. La plantilla estaba anclada desde hacía meses en una fórmula poco atractiva y motivadora que no daba resultados en ningún caso. A veces, mover el banquillo suena a capricho, pero, en este caso, era cuestión de vida o muerte, y Javi Sánchez ha respondido a las expectativas.
Refuerzos
Lógicamente, para que un equipo mejore su rendimiento, era fundamental reforzarlo, y, aunque, por número y por calidad, no se ha traído todo lo que se pretendía, sí que hay determinados puestos que han aumentado la competitividad, como es el caso de los laterales, donde se ha mejorado notablemente en ambos aspectos.
Un buen mediocampo
Después de tener las piezas, otra de las claves era saber colocarlas en el lugar adecuado. Y, aunque le costó unos cuantos partidos, Javi Sánchez ha acabado encontrando un centro del campo idóneo. Entre Cambil y Rodri han monopolizado casi todos los minutos, y era un lujo tener a Arturo en el banquillo, aunque el otro día fue titular en Marchamalo. Sin olvidar a Víctor Andrés, de unas características diferentes que, quizás, ahora son las que se requieren. No era lógico que algún futbolista de los que se ha marchado fuera el hilo conductor de todo lo demás.
Centrales
Tener una medular que rinde es consecuencia de haber recuperado a Adrián y haber firmado a Andriu. Ahora hay centrales, y no deben ser jugadores de otras líneas los que ocupen un lugar tan importante en el campo. Incluso, Javi Sánchez se permite la licencia de sacar a uno de ellos de su ecosistema para actuar en la mediapunta. Cómo ha cambiado el panorama. Además, Mario Gómez parece hasta más seguro. ¿Por qué? Probablemente porque está participando de central derecho. Tampoco es una decisión al azar.
El delantero
Se le vio desde pretemporada. Iván Cédric tiene unas condiciones físicas y técnicas al servicio del equipo. Simplemente, era cuestión de darle oportunidades. El anterior entrenador se las dio… pero en la banda. Allí se perdía su capacidad para ser incisivo y desequilibrar a los defensores. Tiene todavía aspectos que mejorar, como la definición, pero que el hispano-camerunés sea '9' es otra clave fundamental de la resurrección. Y no solo por los siete goles que lleva. Es todo lo que da.
Un estilo
La 'Pantera Negra' ha marcado, además, un estilo. No es que se haya producido un cambio, es que se ha marcado una manera de jugar. Antes, el aficionado se sentaba en su asiento sabiendo que su equipo no iba a presentar la ambición que se le presupone. Como queriendo empatar sin goles y, a partir de ahí, aprovechar alguna ocasión con un bagaje ofensivo casi siempre dudoso. Así era imposible sumar puntos. Ahora, por la necesidad, o por lo que sea, el CD Toledo sale a competir desde el primer minuto. Y a ganar. Es para dar gracias.
Apoyo de la afición
Siempre está, por lo menos la que es fiel de verdad. Pero en una situación así, con todo perdido, todas las claves anteriores han favorecido a que la afición no haya dejado de acudir al Salto del Caballo, y a partidos fuera de casa en los que se ha ofrecido la posibilidad. Aquí está claro que el cambio de horario ha hecho el resto. No es lo mismo ir al estadio un domingo de invierno a las 18:00 horas que levantarse por la mañana y volcar esa ilusión a mediodía. Otro acierto.
Pagos al día
No es concomitante a un buen rendimiento, pero ayuda. En la calle, a la gente le parece algo muy a tener, y, evidentemente, hay que cumplir con las nóminas de los jugadores, pero está claro que los impagos al final siempre generan moscas innecesarias alrededor y justifican los malos resultados. Desde este 2022, la plantilla está al día, gracias, en gran parte, a la llegada de los nuevos inversores.