Carlos Calzada

Carlos Calzada


Ejemplo

03/02/2023

Hay en el Club Deportivo Toledo dos caminos paralelos, dos historias casi simétricas que comenzaron en la temporada 2020/2021. Dos equipos cuyos reflejos en un espejo podrían ser así idénticos.
Sí, efectivamente, hablo de los dos equipos sénior del club, el femenino y el masculino. Si miramos la historia reciente, ambos ascendieron de categoría en la ya mencionada temporada, y ambos descendieron la pasada, pero, ¿qué está pasando en la actual campaña?
La situación del primer equipo masculino es de sobra conocida. Gracias a la última victoria, todo parece más tranquilo, pero la realidad es que la derrota del Yugo Socuéllamos que lo mete en puestos de peligro, coloca al CD Toledo en ese puesto de arrastre que consumaría el descenso a Preferente. Por esto, creo que lo mejor sería pensar que no se ha conseguido nada, para seguir compitiendo y sabiendo sufrir.
Quizás aquí es donde puede servir de ejemplo el primer equipo femenino. Conjunto que marcha en el segundo puesto, sin perder la estela del líder. Pero, independientemente de la posición en la tabla clasificatoria, esa tecla que no es capaz de tocar el equipo masculino, quizás sea más sencilla de encontrar entre las cosas que se hacen, y muy bien, en el equipo femenino (continuidad cuerpo técnico, estilo de juego, apuesta por el talento joven y la base...).
Muchas veces se quiere inventar, innovar, y no siempre sale bien. La falta de estabilidad y los cambios constantes dificultan los procesos. Pero viendo la sección femenina del CD Toledo, creo que una parte de su gestión puede ser perfectamente extrapolada al masculino, para, desde la sencillez y el sentido común de volver a los orígenes, hacer proyectos de éxito coherentes, a la vez que duraderos y consolidados en el tiempo.
Es posible que ese detalle que trae de cabeza a toda la cúpula del CD Toledo sea más sencillo de encontrar mirando lo que ya se hace bien dentro.