La sociedad toledana se organiza en ayuda de los ucranianos

J. Monroy
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Entidades como Accem o la Iglesia Presbiteriana, pero también la sociedad civil en su conjunto, se están volcando con los recién llegados, a la espera de la gran ola de refugiados

La sociedad toledana se organiza en ayuda de los ucranianos - Foto: David Pérez

Son solo los primeros en llegar, lo tiene claro Natalia Witte, que se está preparando para recibir en los próximos meses una verdadera avalancha de compatriotas suyos, ucranianos en Toledo. La sociedad toledana, se está comenzando a organizar, ya desde grupos vecinales, ya desde entidades como la Iglesia Cristiana Presbiteriana en Toledo, ya desde entidades como Accem, con la ayuda institucional. El caso es que a los recién llegados «les falta todavía cosas, pero lo más básico lo tienen, porque los españoles, y los toledanos en particular, son muy muy generosos, y están preguntando en todo momento qué les falta».

Por ejemplo, la parroquia presbiteriana, que lleva el marido de Natalia, ya ha ayudado a la llegada de la ocho primeras familias huidas de la guerra, a las que ha ayudado con un primer alojamiento y busca una forma de subsistir, así también educación para sus hijos.

Cuatro de estas familias son muy cercanas a Natalia, su hermana y otras personas afines. Las otras cuatro han venido de la mano de otra mujer, que estuvo de refugiada en Toledo año y medio desde 2014, y ahora ha vuelto con su marido y otras tres unidades familiares cercanas en ocho días de viaje en autobús.

Una vez en Toledo, destaca Natalia, los recién llegados se están encontrando con una magnífica acogida, tanto de ciudadanos, como de las administraciones. No han tenido problemas para encontrar alojamientos en distintas familias, entre amigos y fieles de la parroquia. Con las familias, «que eran muy generosas», los ucranianos se han sentido muy integrados, incluso los niños han empezado a hablar español. Por ejemplo, una enfermera ha elaborado un botiquín de primeros auxilios para cada familia, y así ha ocurrido con otras necesidades.

Ahora, Accem, en su programa de Acogida y Protección Internacional, se está haciendo cargo del alojamiento de cuatro de las familias. La idea es conseguirles vivienda, con el tiempo, y promover la escolarización de los niños en la zona. La misma ONG se encargará de las clases de castellano para niños y adultos, por medio de voluntarios.

Desde la parroquia presbiteriana han aportado comida y han financiado el transporte de las familias que han llegado en autobús, y han comenzado a recoger ayudas, para los que ya están aquí, y para la gran avalancha de nuevos ucranianos que llegarán. Pero la ayuda en Toledo se está organizando por diversas partes, como el grupo de vecinos del Beato, que no solo han ido a recoger varias familias más, sino que han empezado a moverse para recoger también ayuda. Está llegando de todo, desde ropa, a juguetes o material de puericultura.

También un grupo de voluntarios está organizando actividades extraescolares para los niños. Ofrecen fútbol, baloncesto, gimnasia rítmica, kárate y ajedrez. Y «entre todas estas opciones, los niños están encantados, porque es pueden ir integrando, haciendo amistades y aprendiendo el idioma».

Avalancha. Esta es la primera ola. Estas son las primeras familias que acoge Accem de esta guerra en Toledo. De forma que la ayuda se está preparando para la gran avalancha de ucranianos.

Explica Natalia que los primeros  en llegar están acudiendo a ciudades grandes, Valencia ha recibido muchísimos refugiados, y también donde tienen ya algunos compatriotas, para sentirse más arropados.

También expresa todavía muchas incertidumbres para su pueblo. Parece que hay una nueva ley, que permitirá a los ucranianos vivir y trabajar de forma legal en España. Pero no tiene demasiada información.