El PP y el reto de volver a ser la opción más votada

Francisco J Rodríguez
-

Los 'populares' hicieron pleno en las pasadas elecciones generales de 2016 y en las de 2015 solo cedieron en el barrio del Polígono ante el PSOE por 238 votos

El PP y el reto de volver a ser la opción más votada - Foto: David Pérez

Los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) han protagonizado grandes momentos políticos en los últimos meses. Tienen como objetivo medir el estado de la opinión pública en un periodo muy determinado de tiempo y sus resultados no terminan de satisfacer a todos. Bueno, a nadie salvo al PSOE. Los buenos pronósticos para el partido de Pedro Sánchez no han hecho más que sembrar dudas respecto al método de trabajo del organismo autónomo dependiente del Ministerio de la Presidencia. Además, esas previsiones se materializaron como totalmente erróneas en las pasadas elecciones andaluzas, cuando se produjo la fuerte entrada de Vox en parlamento ubicado en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Por eso ahora la cautela es máxima. No solo en el CIS, que debe seguir sacando su barómetro mes a mes, sino en todas las encuestas de medios de comunicación y partidos políticos que quieren calibrar la intención de voto.

Así, como es difícil adelantarse en un entorno muy cambiante, lo que sí se puede hacer es mirar la pasado reciente. Los españoles vuelven este domingo a una cita con las urnas por la que ya pasaron por última vez el 26 de junio de 2016. Además, esas generales fueron repetición de otras a finales de 2015 (20 diciembre) en las que no se pudo constituir ningún gobierno con los respaldos suficientes.

De esta forma, si se analizan los datos de las pasadas generales en la ciudad de Toledo lo que se observa es que el gran triunfador de ambas citas ha sido el Partido Popular. Y es que, la formación que entonces lideraba Mariano Rajoy y que ahora capitanea Pablo Casado fue la fuerza más votada en todos los barrios de la ciudad en 2016. La racha mejoró respecto a 2015, ya que en aquella ocasión los ‘populares’ también fueron los más votados, salvo en el barrio del Polígono, donde el PSOE les superó por 238 escasos votos.

Los socialistas perdieron en su última cita electoral su tradicional feudo en la ciudad y dejaron al PP como la opción más respaldada, con un total de 20.311 sufragios, el 43,53% del total en la ciudad. Un aumento de 1.692 papeletas respecto a la cita de finales de 2015.

Ahora, de cara al 28-A, la llegada de Vox al escenario político apunta a que va a pasar factura a los ‘populares’. La cuestión estará en ver si ese trasvase de votos será anecdótico, significativo o preocupante.

Otro de los aspectos a desvelar en las urnas será ver quién es la tercera fuerza de la ciudad, toda vez que el PSOE parece ser el único que puede hacer temblar el liderazgo del PP en los últimos años.

Ciudadanos cerró las Generales de 2015 como tercero en número de votos, con 8.100 respaldos. Incluso superó al PSOE en votos en la mitad de los barrios de la ciudad, aunque los socialistas cosecharon más ventajas en los distritos de mayor población.

Luego, en 2016, el partido de Albert Rivera se vio rebasado por la coalición Unidos Podemos, que alcanzó 7.629 votos frente a los 7.148 de Ciudadanos.

Los barrios de mayor población, como el Polígono, Santa Teresa, Buenavista-Palomarejos y la suma de Casco Histórico, Covachuelas, Antequeruela y Cigarrales son los que interesan a los partidos por su número de votos, pero se da la casualidad de que repiten una tendencia muy marcada en la que el PP suma más votos, seguido de PSOE y Ciudadanos o Podemos en alternancia.

En el Casco Histórico de la ciudad se dio además la casualidad de que Podemos se convirtió en la segunda fuerza política del barrio en 2015, superando por tres mínimos votos al PSOE, algo que quedó restablecido en la inmediata cita electoral de 2016.

Observando este escenario no muy cambiante de 2015 y 2016, lo cierto es que de cara al próximo domingo hay que tener en cuenta tres factores que pueden llegar, y mucho, a afectar al desarrollo de las elecciones. El primero de ellos será la participación, cuyo descenso suele castigar a los partidos de izquierdas. El segundo será las abstenciones, que en 2016 supusieron el 24,23% de los votos emitidos y en 2015 el 21,15%. Y el tercer factor será ver la evolución de Vox, que en 2015 sacó en toda la ciudad 336 votos, lo que le situó como el octavo partido de Toledo, y en 2016 bajó a 202, aunque, curiosamente, terminó como sexta fuerza en votos al centrarse mucho más el sufragio tanto en PP como en PSOE.

La solución final a todas estas incógnitas, sin barómetros de por medio, llegará en seis días.