Los vecinos del Barrio de Santa María denuncian el «intransitable» camino que une su núcleo de población con la N-502, completamente impracticable tras las últimas precipitaciones caídas en la ciudad. Así, lamentan el estado del nuevo camino, solución alternativa que el Gobierno de Castilla-La Mancha les dio ante la imposibilidad de mantener el trayecto original del Camino de San Bartolomé, atravesado ahora por el último vial de la Ronda del Tajo, que inaugurará mañana el presidente regional, Emiliano García-Page.

Así, al desvío del sendero, utilizado principalmente por los vecinos para pasear, se unen ahora las malas condiciones del mismo, lo que dificulta su uso. Por ello, Graciano Jiménez, portavoz del grupo de vecinos, reclama otra solución que no se complique en temporada de lluvias y que permita seguir utilizándolo a  pesar de ello. Si no, amenazan con llevar a cabo una protesta durante la inauguración del último tramo de la Ronda del Tajo, el que cierra, siete años después, la Circunvalación Sur de Talavera tras construirse la Variante.

El nuevo recorrido realizado para mantener el camino de San Bartolomé, modificado al ser atravesado por el nuevo vial de la Ronda, cuenta con unos accesos junto a la carretera para poder cruzar después al Camino, al otro lado de la carretera de Los Navalmorales. Como se aprecia en la imagen, se trata de un acceso de tierra junto a los arcenes, totalmente inundado de charcos, «impracticable» y peligroso no solo ahora, sino siempre que llueva. «Vamos a tener que ir por el arcén de la carretera cuando caiga un poco de agua», indican en declaraciones a La Tribuna.

Por ello, apenas unas horas antes de que el último vial se inaugure, los vecinos reclaman una solución que les permita seguir utilizando un camino rural junto a la ciudad muy transitado no solo por los habitantes del Barrio para pasear, hacer deporte o sacar a las mascotas, sino también por muchos ciclistas.

Desde el Barrio, recuerdan la importancia del Camino de San Bartolomé. Tanto es así, que esta es la única salida que tienen los vecinos cuando la carretera de Los Navalmorales se corta al tráfico por un accidente o por el desarrollo de algún evento que necesita limitaciones de movilidad.

Jiménez recuerda que los responsables del proyecto no quisieron añadir un paso de peatones o un stop al nuevo tramo «por considerarlo peligroso y ahora nos dejan un camino imposible».