El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, saca también sus conclusiones de lo que ocurrió en las elecciones de la comunidad vecina. En primer lugar subraya que «el gran derrotado es el PSOE», recalcando que perdió siete escaños y que venía de vencer en los anteriores comicios. Lo atribuye «a un castigo claro en las urnas de los ciudadanos de Castilla y León a las políticas socialistas de Sánchez en el conjunto del país» y de aquellos dirigentes territoriales del PSOE. 

También destaca la caída de Ciudadanos. «El partido de Ciudadanos ha pasado a la irrelevancia política tras dos elecciones consecutivas tanto en Madrid como Castilla y León». Asimismo destacó el ascenso del «bloque de centro derecha» y habla de «cambio de ciclo» tras las elecciones de Madrid y Castilla y León. Da por hecho que se repetirá en Andalucía, en las generales y «que se va a extrapolar a Castilla-La Mancha».

En un primer análisis no entró a valorar el importante incremento de Vox, que lo convierte en la pieza clave de la gobernabilidad en la región vecina. A raíz de preguntas de los periodistas, Núñez sí señaló que lo que a él le preocupa es que Mañueco sea cuanto antes presidente para seguir aplicando una política de «bajada de impuestos, apostando por los pueblos». «No me da miedo ningún partido que esté dentro de la Constitución», indicó Núñez, «no voy a ser yo quien demonice a aquellos partidos que respetan la Constitución y el Estado de Derecho, las normas que nos hemos dado». 

El líder del PP recordó que Page fue presidente de la Junta porque acabó dando la vicepresidencia al secretario general de Podemos en la región. Además dijo no aceptar «lecciones de acuerdos» del PSOE,  «que pacta con filoetarras e independentistas para mantener el sillón de Moncloa».