«Apostando por los mercados locales no habría estos precios»

Jaime Galán
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José Manuel Domínguez es el gerente de una ganadería de vacas y defiende que la subida de precios actual se debe «a la especulación del mercado» y «al egoísmo de las marcas»

Ganadería de vacuno en la provincia. - Foto: David Pérez

La inflación actual que vive el país obliga a gran parte de la población a apretarse el cinturón o a buscar fórmulas para abaratar la cesta de la compra. En una búsqueda de soluciones o, al menos, un intento de ello, ganaderos y agricultores, los encargados de producir los alimentos que ahora debilitan la cartera de los consumidores, tratan de poner luz a las incógnitas de esta subida ingente de precios. Desde la Cooperativa Ganadera San Francisco de Asís, su gerente José Manuel Domínguez, apunta a dos puntos concretos como causas de esta problemática: un mercado libre y la búsqueda de beneficios de las grandes marcas.

José Manuel Domínguez considera que no hay una ley escrita en la cadena de suministros y explica que dependiendo del producto, siempre hay uno de los negociadores que tiene la sartén por el mango para poner el precio, ya sea el productor o el comprador. En este sentido, lo argumenta planteando algo que ve diariamente en su cooperativa. Por un lado en el caso del maíz o del cereal que, al ser una materia prima poco producida en el país y con un período largo de tiempo en cuanto a almacenaje, esa sartén les pertenece a los agricultores. Y lo explica así: «Si yo puedo almacenar maíz durante años y sé que su precio de mercado va a subir la próxima semana, lo que hago es retenerlo ahora para venderlo en el momento que me interese». El caso contrario lo vive con la leche. Al tener poco tiempo de conservación y muchos productores, esto hace que sea el comprador quién ponga el precio.  Con estos ejemplos, Domínguez incide en que trabajan «con un componente especulativo muy alto que tarde o temprano afecta al consumidor», y destaca que se han producido «cambios de precios realmente violentos con cada noticia que llegaba desde la guerra de Ucrania». 

A esto Domínguez añade que «hay que sumarle el egoísmo de las grandes marcas que intentan aprovecharse del consumidor». Por ello, el ganadero de Talavera plantea que la solución más adecuada para ahorrar, no solo ahora, sino a largo plazo, sería apostar por los comercios locales «porque sus precios no experimentan subidas y bajadas tan drásticas, sino que se apoyan en sus proveedores de confianza», argumenta Domínguez. Este aboga porque estas cadenas actúen de una forma «más lógica» antes de que tanto productores como consumidores «acaben reventando».