Toledo registró un exceso de muertes del 31,7% en 2020

M.G
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Un estudio internacional, en el que participa el profesor de la UCLM, Virgilio Gómez, desvela que fue la tercera provincia de la región con mayor aumento de muertes en el primer año de pandemia

Toledo registró un exceso de muertes del 31,7% en 2020 - Foto: David Pérez

Hay cifras que castigan demasiado y las de la pandemia están dejando huella desde hace mucho tiempo en Toledo y en todas las provincias.  Los datos lo indican así, pero a las cifras habituales que salen a la luz hay que sumar otras que ayudan a comprender la dimensión y la virulencia del covid en el año 2020. Un estudio de ámbito internacional, recientemente publicado como artículo en la revista Nature Communications, Regional excess mortality during the 2022 COVID-19 pandemic in five European countries, aporta una estimación y una comparativa del exceso de defunciones en ese primer año de pandemia y arroja que en la provincia de Toledo se registró un exceso de mortalidad del 31,7% en relación con las muertes ocurridas en años anteriores.

«La idea fue coger datos de población y de defunciones de 2020 y compararlos para ver qué habría pasado si no hubiese habido pandemia», explica Virgilio Gómez Rubio, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Albacete y miembro del departamento de Matemáticas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), coautor de este estudio junto a otros muchos expertos internacionales y nacionales.

El análisis ha tenido en cuenta distintas variables para afinar en los datos, como la edad, el sexo, la unidad administrativa, las semanas, los festivos e incluso la temperatura media semanal, «ya que se ha comprobado desde hace tiempo que existe una relación clara entre las temperaturas extremas y el aumento de defunciones, como ocurre en verano con olas de calor y en invierno con olas de frío muy intensas».

El estudio, que ha incluido cinco países -España, Italia, Grecia, Suiza e Inglaterra-, posibilita estimar que en nuestro país se produjo un exceso de muertes del 12%, porcentaje que se eleva hasta el 30% en Castilla-La Mancha, una de las tres comunidades que registró más mortalidad ese año. «Nuestra región no salió bien parada, como también le ocurrió a Madrid y a Castilla y León». Quizá resulta complejo establecer las causas del elevado número de fallecidos desde que irrumpió la pandemia, pero Virgilio Gómez sostiene que en parte puede guardar relación con su situación geográfica, ya que se trata de una comunidad que linda con Madrid, un gran núcleo de población y de comunicaciones. El profesor apunta que se ha encontrado un aumento de muertes ligadas a la cercanía de grandes núcleos de comunicaciones tanto en España como en los países europeos analizados.

Respecto a Toledo, el estudio pone de manifiesto que fue la tercera provincia de la región con un exceso de fallecidos en 2020, por detrás de Cuenca, con un 35,6%; y de Guadalajara, con un 34,8%. El comportamiento de la mortalidad varía ese año en función de las olas de covid y de los meses y semanas con mayor incidencia del virus. Si bien, el investigador pone el acento en finales de marzo y principios de abril, días en los que se contabilizó un exceso de defunciones en Toledo cercano al 300% para los grupos de mayor edad. Con todo, destaca que la pandemia castigó incluso con más fuerza a Albacete porque el aumento de fallecimientos en plena primera ola llegó al 400%  a pesar de que esta provincia tuvo menor exceso que Toledo analizando el año entero, dado que el porcentaje total fue del 28,3%.

 El análisis por sexos en Toledo ofrece las mismas cifras, un exceso de mortalidad en mujeres del 31,76% y del 31,77% en hombres, aunque sí se aprecia un importante exceso de fallecimientos de mujeres de entre 60 y 69 años, ya que el porcentaje fue del 41,5 respecto al 27,6%  de los hombres en el mismo rango de edad. La edad, uno de los factores de riesgo de covid grave, también constata que la mortalidad es mucho mayor a partir de los 60 años. En este caso, el grupo de 60 a 69 años contabilizó un exceso de defunciones en Toledo del 27,26%, el de 70 a 79 años, un 35,2%; y el grupo de personas mayores de 80 años se tradujo en un aumento del 34,8% en el número de fallecimientos, con lo que se observa una mínima rebaja de ese exceso en este grupo de edad más avanzada.

Por contra, el grupo de 40 a 59 años de edad acumuló un exceso de mortalidad del 8,6%. El profesor explica que el resto de población ofreció muchas dificultades para realizar estimaciones porque se observó que el número de muertes de menores de 40 años, incluidas las de niños, fue menor en 2020 que en años anteriores quizá, en buena medida, «por los meses de confinamiento».

Gripalización. Virgilio Gómez ve prematuro que se empiece a hablar  de gripalizar el covid, sobre todo, porque las cifras actuales siguen ofrecido muchas hospitalizaciones y bastantes defunciones aunque se hayan reducido notablemente con la vacunación y con la variante actual del virus. «Si queremos llegar a un escenari o de gripe hay que comparar los datos de coronavirus con esta otra enfermedad, que ofrece epidemias más localizadas y menos tensión hospitalaria».

Al respecto, destaca que las muertes por gripe en años anteriores a 2020 son muy limitadas en comparación con el coronavirus, ya que la estadística del INE recoge que en Toledo murieron por gripe siete personas en 2019, año prepándémico, y 66 en Castilla-La Mancha.

Las cifras de fallecimiento por gripe también podrían ponerse en relación con las muertes actuales por covid, ya que en Toledo fallecieron 96 personas en enero por el virus, un 45,4% más que los fallecidos por gripe en la región el año anterior. Y aunque esto datos sirvan solo para «una comparación de trazo grueso», el profesor de la UCLM insiste en que aún estamos en pandemia, «muy lejos de un escenario de gripalización».