Desde sus comienzos en el año 2016, el proyecto social Ser-Apoyo ha estado dando respuesta a una realidad no cubierta por otras entidades en Talavera y su entorno. Una de sus acciones más destacadas durante estos años ha consistido en reducir el número de personas condenadas a cumplir Trabajos en Beneficio de la Comunidad a través de programas y talleres de reinserción social.
En esta zona, son muy pocas entidades las que ofrecen esta posibilidad en estos momentos, entre ellas la Asociación Marillac, que surge de las Hijas de la Caridad en 1991 y que cuenta con delegación en Talavera desde el año 2016 en la calle Adalid Meneses, 2, en las instalaciones del antiguo colegio de La Milagrosa.
Allí se desarrolla el proyecto 'Ser-Apoyo', coordinado en la ciudad por Carmen Martínez de Toda Terrero, trabajadora social e Hija de la Caridad que ha trabajado más de 20 años en el ámbito penitenciario, donde ha conocido de primera mano la problemática de los presos y sus familias. De hecho, el Servicio está también orientado a acompañar y apoyar a personas y familias inmersas en procesos judiciales, penales o penitenciarios (informes periciales, intermediación con centros penitenciarios y asesoramiento), según informaron desde la asociación a La Tribuna.
Al comprobar que en Talavera «no había una respuesta a una problemática que tenían ciudadanos de Talavera y su comarca», se puso en marcha un recurso de la mano de esta asociación, la única en la provincia y en la región dedicada de manera específica a este ámbito.
A lo largo de este año, se han desarrollado tres grupos diferentes: un programa de sensibilización y reeducación en competencias sociales y 2 talleres de violencia de género, con un total de 30 participantes. Para el próximo mes de septiembre, se comenzará con un nuevo grupo de 12 participantes en el taller de género y se continuará con el resto de programas.
Del total de participantes, más del 50% provienen de otros municipios de la provincia al no existir otro recurso similar en la zona.
La valoración general del programa es muy positiva. Así, los profesionales que intervienen en este servicio observan que se produce un cambio personal en quienes acuden a estos programas, siendo más conscientes del daño causado y con un alto nivel de satisfacción al haber aprendido estrategias para resolver sus problemas de manera pacífica y conocerse mejor individualmente.
La labor desarrollada en este Servicio ha sido reconocida oficialmente por Instituciones Penitenciarias y valorada por diversas entidades sociales, centros educativos y agentes judiciales.
Desde el pasado 12 de mayo, Ser-Apoyo está inscrito como Servicio de Acción Social en el registro de entidades de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y pertenece a la Fundación Social Hijas de la Caridad.